Mascarilla inteligente que se desinfecta y alerta de focos cercanos de contagio

El espaƱol Ɓlvaro GonzĆ”lez Romero-DomĆ­nguez creĆ³ en Palermo, Italia, junto a su novia, la italiana Simona Lacagnina, una mascarilla inteligente, inclusivo y sostenible, capaz de autodesinfectarse, medir la calidad del aire y alertar sobre focos cercanos de contagio.

Esta mascarilla se llama Cliu y se basa en tres pilares: inclusividad, sostenibilidad y tecnologƭa, explica GonzƔlez en una entrevista con la agencia espaƱola EFE.

En primer lugar es inclusiva porque es transparente y permite ver la boca de las personas, los que supone un gran avance para aquellas que tienen dificultades auditivas, pero tambiĆ©n facilita la comunicaciĆ³n no verbal entre las que no las tienen.

Es sostenible, porque es reutilizable y ademĆ”s cuenta con unos filtros antimicrobianos y bioactivos, desarrollados por la Universidad de Siena, que ā€œsi terminan tirados en el medio ambienteā€, no lo daƱarĆ­an.

ā€œQuerĆ­amos un producto sostenible. LeĆ­mos en un artĆ­culo que decĆ­a que dentro de poco habrĆ” mĆ”s mascarillas desechables que medusas en el mar. Y decidimos que esto no podĆ­amos tolerarlo, debĆ­amos poner toda la carne en el asador para que no fuera asĆ­ā€, explica.

GonzĆ”lez cuenta que ademĆ”s han firmado un acuerdo con la asociaciĆ³n italiana Seads, que trabaja en colocar barreras en los rĆ­os para bloquear los plĆ”sticos.

El acuerdo prevĆ© que, cuando se vendan 20 000 mascarillas, parte del dinero recaudado sea entregado a esta organizaciĆ³n para que coloque barreras en el rĆ­o Arno. Afluente que discurre por la regiĆ³n italiana de la Toscana (centro), y frene los 20.000 kilos de plĆ”sticos que cada aƱo llegan al mar MediterrĆ”neo.

Finalmente, el tercer pilar, el de la tecnologĆ­a, hace de esta mascarilla un objeto inteligente, que ayuda a mantener a raya el coronavirus.

DOS TIPOS DE MASCARILLAS

GonzƔlez y su socia comercializarƔn dos tipos de mascarilla, una sin tecnologƭa y otra inteligente, ambas con el mismo diseƱo.

La mascarilla inteligente contarĆ” con un sistema Bluetooth, sensores y una serie de algoritmos que, a travĆ©s de una aplicaciĆ³n, medirĆ”n la calidad del aire, de la respiraciĆ³n, la frecuencia cardiaca y detectarĆ” si hay algĆŗn foco activo de coronavirus en las proximidades.

ā€œAyudarĆ” a prevenir enfermedades respiratorias. Porque el mundo atraviesa ahora mismo una situaciĆ³n de emergencia por COVID-19 pero la intenciĆ³n es que estos productos sirvan tambiĆ©n para la gente que tenga alergiasā€ u otros problemas respiratorios, argumenta.

Finalmente, incluye una base de carga para la baterĆ­a que tiene luz ultravioleta en su interior. Y que permite que la mascarilla se desinfecte en unos minutos.

El usuario de la mascarilla sin tecnologĆ­a tambiĆ©n podrĆ” utilizar la aplicaciĆ³n digital para medir la calidad del aire. pero no tendrĆ” conexiĆ³n directa con el objeto.

Igualmente podrĆ” desinfectarla introduciĆ©ndola en la lavadora o el lavavajillas porque los materiales ā€œpueden soportar hasta 200 gradosā€.

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ĀæCUƁNTO COSTARƁ?

El precio de la mascarilla bĆ”sica es de unos 90 euros (USD 104,89) y de la avanzada es 250 (291,37). Un importe que GonzĆ”lez cree adecuado pues indica que las personas pueden llegar a gastar entre 300 y 500 euros (USD 349,65 a 582,75) en mascarillas desechables en un aƱo. AdemĆ”s ā€œcon gran probabilidad acabarĆ”n tiradas en el mar o en el medio ambienteā€.

ā€œEl precio es relativo. El mensaje que queremos transmitir es el de comprar menos, pero mejorā€, justifica.

ā€œEstamos hablando de una mascarilla con durabilidad alta, seguramente nos acercamos los 5 aƱos tranquilamente. AdemĆ”s, los filtros, la pantalla, todos los elementos se pueden cambiar si se rompenā€, concluye.

Para conseguir financiaciĆ³n han puesto en marcha una campaƱa de crowdfunding que hasta el momento ha recaudado casi 137 000 euros. Y la intenciĆ³n es empezar a distribuir las mascarillas ya en otoƱo a quienes les han ayudado con fondos. Entre ellos a interesados en mĆ”s de 60 paĆ­ses de LatinoamĆ©rica pero tambiĆ©n otros como Estados Unidos y JapĆ³n.

Con informaciĆ³n de EFE