Migrantes venezolanos hacen largo viaje de regreso

En un largo viaje de regreso, una pareja que empuja el carrito de sus mellizos de seis meses. Una familia con todas sus pertenencias en un gran saco de tela.

NiƱos y niƱas que duermen bajo carpas improvisadas, con la boca cubierta por mascarillas.

Son algunos de los miles de venezolanos que huyeron de su tierra natal con la esperanza de tener un futuro mƔs brillante en el extranjero y ahora tratan de regresar a casa.

Los graves efectos econĆ³micos de la pandemia del coronavirus han destrozado los sueƱos de los incontables venezolanos.

Venezolanos que dejaron su naciĆ³n golpeada por la crisis en la que habĆ­a sido una de las mayores migraciones masivas de los Ćŗltimos aƱos.

Ahora, las autoridades migratorias colombianas estiman que cerca de 75.000 han hecho el camino a la inversa, recorriendo kilĆ³metros (millas) a pie y en bus.

Paso restringido en frontera

Al llegar al paso fronterizo de la ciudad colombiana de CĆŗcuta, muchos descubren que tienen que esperar mĆ”s: las autoridades venezolanas solo permiten la entrada de unos cientos y Ćŗnicamente en tres dĆ­as de la semana.

En las Ćŗltimas semanas, cientos de personas han levantado un campamento en la capital de Colombia, empleando lonas de plĆ”stico negro para sus tiendas improvisadas.

Los migrantes en BogotĆ” esperan ser trasladados en bus hasta la frontera y las autoridades estĆ”n tratando de evitar una repentina acumulaciĆ³n de gente en la frontera, que podrĆ­a suponer un peligro para la salud pĆŗblica.

Carpas improvisadas en Colombia

SegĆŗn el director de MigraciĆ³n de Colombia, Juan Espinosa, alrededor de 15.000 venezolanos en todo el paĆ­s estĆ”n tratando de regresar a sus casas.

Es una pequeƱa parte de los cerca de 1,8 millones de venezolanos que se estima que viven ahora en Colombia.

El gobierno del presidente venezolano, NicolƔs Maduro, asegura que parte de los contagios de coronavirus en el paƭs proceden de emigrantes que regresan.

Garantizar el viaje de regreso

Por su parte, el gobierno de Colombia dice que estĆ” tratando de asegurar su derecho a regresar a su patria.

Por el momento, los varados viajeros esperan en una frĆ­a BogotĆ” envueltos en abrigos y mantas cuando cae la noche.

Como muchos otros, Darwin Herrera perdiĆ³ su empleo cargando y descargando camiones tras emigrar con su esposa a la capital colombiana hace dos aƱos.

Ahora, no tienen efectivo para pagar por un boleto de bus y, junto a sus mellizos, esperan recibir ayuda.

Mire tambiƩn

AP