Militares y policías requisaron objetos prohibidos en cinco cárceles del país

Las requisas de objetos prohibidos en las cárceles del país continúan. Este 31 de enero de 2024 se conoció que militares y policías incursionaron en cinco cárceles del país.

Los uniformados ingresaron a los centros de privación de libertad de Cotopaxi, Guayas, Loja, Tungurahua y El Oro. Allí, decomisaron armas, droga, explosivos, celulares, electrodomésticos, incluso refrigeradoras.

Por ejemplo, la noche del 30 de enero de 2024, Fuerzas Armadas (FF.AA.) encontraron nuevamente armas de corto y largo alcance, municiones y explosivos en los diferentes pabellones de la cárcel de Guayas.

Específicamente se decomisaron 14 armas de fuego. una carabina, seis granadas de mano, municiones de diferente calibre, 94 celulares, cuatro equipos de comunicación, ocho reproductores de señal y droga.

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Algo similar ocurrió en el centro carcelario de Cotopaxi. Tras un registro en los pabellones de máxima y mínima seguridad de ese recinto, los soldados encontraron 26 armas blancas, 275 fundas de droga, un explosivo, 20 cargadores de celular, 42 celulares, un Play Station, un televisor, dinero en efectivo, entre otros artefactos.

“Las operaciones militares continuarán de manera permanente para eliminar el uso de objetos no permitidos dentro de este centro de privación de libertad en estricto respeto a los derechos humanos”, señaló el Ejército Ecuatoriano.

Por otra parte, en la cárcel de Loja se decomisaron cinco celulares, tres refrigeradoras, otros electrodomésticos, centenares de herramientas, un decodificador de internet y 15 cargadores de celular.

Además, en el centro penitenciario de Tungurahua se decomisaron 25 celulares, 70 gramos de droga, tres armas cortopunzantes y 12 cigarrillo. En cambio, en el pabellón de máxima seguridad de la cárcel de El Oro, los uniformados encontraron 37 celulares, ocho ventiladores y otros objetos prohibidos.

Según las Fuerzas Armadas, estas operaciones militares se ejecutan “para mantener el orden y control en los centros carcelarios y mejorar la calidad de vida de los privados de libertad”.

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