La venta de activos estatales y la liquidación de empresas públicas constan entre los pendientes del Gobierno del presidente Guillermo Lasso de cara la transición tras las próximas elecciones.
El Gobierno esperaba ingresos no menores a mil millones de dólares por la venta de activos del Estado. Entre ellos, el Banco del Pacífico por cuya venta se apuntaba una utilidad de al menos 200 millones de dólares.
Pero el proceso fue declarado desierto a finales de 2022 luego de que la única entidad internacional interesada ofreció incluso menos del valor patrimonial del banco. Se anunció entonces que se haría un segundo intento en 2023, pero aquello sigue sin concretarse.
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Lo mismo ocurre con la venta de la Hidroeléctrica Sopladora y de uno de los aviones presidenciales. Ambos también están pendientes.
Además, el Gobierno dejará pendientes varios procesos de liquidación. Hasta la transición se habrá podido terminar con el cierre de Correos del Ecuador y Ferrocarriles del Ecuador. Estos se suman a los ya cerrados Ecuador Estratégico y Centros de Alto Rendimiento.
Quedarán pendientes la liquidación de Tame, Medios Públicos y Fabrec. Además, el destino de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones.
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