Cansados tras varios meses de encierro miles de cubanos se lanzaron a las playas pese a las advertencias de las autoridades de que el peligro por el nuevo coronavirus no ha desaparecido.
Los habitantes de la isla aprovecharon una flexibilizaciĆ³n paulatina de la cuarentena para pasar el dĆa tirados sobre la arena en toallas, improvisadas sillas y hasta cartones, con la mĆŗsica a todo volumen y niƱos correteando.
Uso de mascarillas
Algunos usaron mascarillas pero otros incumplieron la norma obligatoria de llevarla puesta y la mayorĆa se la colocĆ³ por debajo de la barbilla para poder beber, comer o hablar con sus vecinos de sombrilla a pocos centĆmetros.
āSiempre se tiene la de ganar y la de perder, mientras nos protejamos todo estĆ” bienā, dijo a The Associated Press, Diana Milagros Medina, una enfermera de 20 aƱos que estaba en Playas del Este, a 10 kilĆ³metros de la capital, junto a varios primos, tĆos y su novio.
Los contagios en Cuba
Cuba reportĆ³ el miĆ©rcoles seis nuevos contagios con lo cual sumĆ³ 2.438 desde que comenzĆ³ la pandemia el 11 de marzo.
Hasta ahora 87 personas fallecieron y se han realizado mĆ”s de 200.000 pruebas diagnĆ³sticas.
Muchas provincias de la isla no han reportado casos durante un mes aunque en La Habana no cesan los contagios.
A diferencia de muchas naciones de AmĆ©rica Latina, Cuba -con 11 millones de habitantes- logrĆ³ contener el avance del COVID-19.
En contrapartida Chile, con 18 millones de habitantes, ha reportado hasta la fecha casi 320.000 casos y mƔs de 7.000 muertos.
Las autoridades sanitarias cubanas aplicaron una serie de medidas a partir de fines de marzo como el cierre de las fronteras para los turistas, el aislamiento estricto de sus ciudadanos que regresaban a la isla y la bĆŗsqueda casa por casa por parte de mĆ©dicos y estudiantes para detectar personas con sĆntomas.
Las playas cubanas
A su vez se vacunĆ³ a la poblaciĆ³n contra el meningococo para aumentar las defensas y con el mismo objetivo se entregaron sustancias homeopĆ”ticas. En la isla el servicio de salud es completamente gratuito.
El uso de barbijos se hizo obligatorio y el transporte pĆŗblico, las actividades culturales y las clases se suspendieron, entre otras actividades.
Dados los buenos resultados, el gobierno resolviĆ³ aplicar un plan de flexibilizaciĆ³n de tres fases que comenzĆ³ en las provincias a mediados de junio pero al que La Habana reciĆ©n se sumo el 3 de julio.
La vida pĆŗblica comenzĆ³ a normalizarse aunque se mantienen suspendidos los vuelos comerciales, lo que ha dejado a la isla sin turismo extranjero, uno de los sectores mĆ”s fuertes de la economĆa cubana.
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El mejor amigo del hombre se une a la lucha contra el coronavirus https://t.co/tIuOPlAHtS pic.twitter.com/eTHQ4lXZ4c
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Debido a que las clases reciƩn comenzarƔn en septiembre, muchas familias optaron por disfrutar de las playas reciƩn reabiertas.
āNos sentimos segurosā, dijo a AP mientras se asoleaba Nelson GonzĆ”lez, un barbero de 26 aƱos que llevĆ³ a su hijo a Playas del Este.
Pero las autoridades sanitarias insistieron en que no se debe bajar la guardia.
AP