¿Quiénes serán los primeros en recibir una vacuna para COVID-19?

Desde que el coronavirus SARS-CoV-2 apareció en la ciudad china de Wuhan a fin de 2019, y la humanidad se enteró que había un nuevo virus muy contagioso y potencialmente mortal principalmente para adultos mayores y personas con enfermedades de base, una carrera científica se desató por tener un tratamiento efectivo y también una vacuna que prevenga la enfermedad que genera: COVID-19.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con más de 200 proyectos de vacunas en marcha. Aunque solamente son 25 las que están en etapa clínica y de esas 25 solo 10 se encuentran en fase avanzada 2/3.

Pero una vez que se obtenga una vacuna segura, que proteja del virus y no tenga efectos secundarios adversos, la gran pregunta es cómo se va a distribuir para 7500 millones de personas en todo el mundo y quiénes serán los primeros en recibirla. 

Para llegar a esa respuesta existen varios criterios que los expertos epidemiólogos a nivel mundial consideran.

Los primeros cientos de millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 podrían estar disponibles hacia finales de año para ser aplicados a las personas más vulnerables, aseguró esta semana la OMS

Países que han comprado la vacuna

Varios países ricos han pedido ya millones de dosis de esas vacunas experimentales. Gran Bretaña y Estados Unidos, por ejemplo, han invertido en una vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford y producida por AstraZeneca.

Políticos británicos dicen que, si resulta efectiva, se utilizará en su país. Se espera que Estados Unidos comience a acopiarlas este otoño y ha invertido además en otras candidatas.

Varios grupos, como la alianza de vacunas GAVI, están trabajando también para comprar dosis para países pobres. AstraZeneca ha acordado licenciar su vacuna al Instituto Serum, de India, para la producción de 1000 millones de dosis. La distribución dependerá de cada país. 

Directrices para la distribución de la vacuna

La Organización Mundial de Salud está creando directrices para la distribución ética de vacunas contra el COVID-19. Según Swaminathan, la experta de la OMS, la prioridad serán los que están en primera línea de riesgo, como médicos y policías. Así como los más vulnerables a la enfermedad, que son ancianos y diabéticos, a lo que se añade las personas expuestas en zonas de alta transmisión como barrios marginales. “Hay que comenzar con los más vulnerables y luego vacunar de manera progresiva a más gente”, dijo.

Los jefes de la industria farmacéutica expresaron que creen en la posibilidad de una vacuna antes de 2021. Pero subrayaron que el desafío es enorme, pues el mundo requeriría dos dosis de vacuna por persona, o sea 15.000 millones de vacunas, según los cálculos.

Rafael Vilasanjuan, miembro del consejo de dirección de Gavi (la alianza global para la vacunación), explicó que, por ahora, la capacidad de producción mundial es de 2.000 millones de dosis por año, mientras que la población mundial llega a 7500 millones de personas en “igualdad de riesgo”. En el mejor de los casos, “podremos tener 250 millones de dosis de vacunas por mes si se aumenta la fabricación”, añadió el experto.

Según sus cálculos, una vez que se disponga de vacuna, cada país recibirá el 20% de dosis correspondiente a su población, si se ciñe a la iniciativa internacional Covax facility (sistema Covax), que busca facilitar el acceso mundial a las dosis, antes del mes de agosto. El país tiene que pagar por adelantado ese 20% y así promueve la producción en función de sus recursos y se asegura su cantidad de dosis. El objetivo principal: que sea lo más equitativo posible.

Fases para el desarrollo de una vacuna

Las investigaciones y el desarrollo de una vacuna se dividen en ensayos preclínicos en los que se utilizan animales y en tres fases de ensayos clínicos.

En la fase 1 participan de 30 a 50 personas y en ella la atención está puesta en la seguridad de la vacuna para quien la recibe.

Pasar a la fase 2 implica la participación de entre 700 y un millar de voluntarios, con quienes se pueden validar los resultados previos en materia de seguridad y empezar a baremar el nivel de eficacia del producto.

Las vacunas experimentales o «candidatas» que supera la fase anterior pasan a la fase 3, «que es la más importante porque es la que da la respuesta acerca de si la vacuna protege o no de la enfermedad», explicó Swaminathan.

En esta última etapa participan decenas de miles de voluntarios y tres vacunas se encuentran en ella, estas son :

La que desarrolla la compañía estadounidense Moderna.

Otra que es una colaboración de la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford.

Y la que ha producido Cansino Biologics de China y que está siendo probada en Brasil, el segundo país del mundo con más casos de COVID-19.

Una cuarta vacuna candidata con la que se trabaja en Rusia podría estar a punto de subir a la fase 3 de ensayos clínicos y algunas adicionales en los próximos dos a tres meses, agregó la científica de la OMS.

Fuente: https://www.infobae.com/ Y EFE