En Quito ‘hay que pensar en el peatón y no en el auto particular’, dice especialista Diego Hurtado

Por Karina Amaguaya

«Pensar desde el peatón». Para Diego Hurtado, arquitecto y doctor en Ciudad, Territorio y Sostenibilidad, esto sería el inicio de un proceso para mejorar la movilidad en Quito, una ciudad en la que se hicieron 6,1 millones de viajes diarios en 2021 según el último informe de Quito como vamos 2022.

El lunes 2 de octubre, el secretario de Movilidad Álex Pérez dijo que analizan medidas para mejorar la movilidad en Quito, con miras al inicio de la operación comercial del Metro, prevista para diciembre. Entre los cambios se piensa en la creación de carriles exclusivos para el transporte público o en la eliminación de estos. También se contemplan cambios en la medida de Pico y Placa.

Hurtado sostiene que las estrategias deberían centrarse en facilitar el uso del transporte masivo público. Asimismo, en garantizar que los trayectos que realiza el peatón sean cómodos, seguros y caminables, además de dar facilidades a las bicicletas.

Mientras que, para quienes usan automóvil particular, el especialista considera que se debe «no hacer nada para facilitarle (los traslados), sino que siga complicándose la vida».

Si una persona que va a su trabajo en vehículo particular ve que el compañero que pasó en bus llega 15 minutos antes que él y en buenas condiciones, podría motivarse para que también quiera usar el transporte público, dice Hurtado. «No hay que darle solución a la congestión, sino a la movilidad sostenible».

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Se refiere específicamente a la creación de las denominadas ‘Ciudades de 15 minutos’, donde las personas tienen todo cerca y no requieren de un transporte motorizado para movilizarse.

El arquitecto reconoce que se trata de un proyecto a largo plazo, pero que debería empezar a gestionarse para evitar que la ciudad continúe expandiéndose. Por ello señala que se requiere que los servicios, lugares de compras, centros de diversión, entre otros, se consoliden en ciertas zonas.

Para Hurtado, las estrategias que propone el Municipio de Quito, como cambios en los contraflujos, la medida Pico y Placa o la creación de carriles exclusivos, son pensadas en el auto particular.

Los contraflujos, sostiene, facilitan que en ciertas horas pico, «ese montón de carros» ocupen todo el sistema de vías en una sola dirección, en la cual, según estudios, hay más movimiento. Pero para él no sería una verdadera solución. Insiste en que, si se quiere tener resultados a mediano o largo plazo es importante pensar en los más vulnerables.

¿El Metro de Quito será una solución?

Hurtado considera que «el Metro es parte de la solución, pero no soluciona todo», ya que no es un sistema integrado. Desde el El Labrador hasta Quitumbe, señala, ayudará en ciertos flujos para quienes utilizan esa dirección, «pero el resto de la ciudad sigue igual«.

Por esta razón señala que los recursos ya no se deberían invertir en la creación de más vías o en facilidades para el auto, sino en la creación de un sistema integrado de movilidad.

«Existen estudios guardados, archivados, en algún lado en el Municipio». Uno de esos, dice, lo hizo la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona con Salvador Rueda, y se basa en un sistema que genera circuitos para la Ciudad de 15 minutos.

En ellas, el especialista explica que se tiene la posibilidad de moverse pocos metros hasta una parada de bus, en la que funciona un sistema de transporte mixto que permite conectar a toda la ciudad. En el mismo lugar se puede tomar metro o buses convencionales.

Asimismo, hay conexión con los barrios más alejados, gracias al uso de furgonetas. «Las ciudades grandes lo están aplicando», dice Hurtado.

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