Las reacciones a la muerte del papa emérito Benedicto XVI

Los dirigentes políticos y religiosos del mundo rindieron homenaje al papa emérito Benedicto XVI, fallecido el sábado a los 95 años, saludando a un «gran teólogo» con una «personalidad destacada».

Presidentes, cancilleres, ministros, representantes de entidades internacionales y dirigentes religiosos se sumaron a la ola de condolencias y mensajes de admiración.

‘UN MUNDO MÁS FRATERNO’

El presidente de la República, Guillermo Lasso, expresó por Twitter estar «conmovido con la noticia del fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI».

«Envío mis sentimientos de pesar y los del pueblo ecuatoriano al papa Francisco y a todos los católicos del orbe».

El presidente francés Emmanuel Macron elogió los esfuerzos del antiguo papa en favor de un «mundo más fraterno». 

«Mi pensamiento va a los católicos de Francia y del mundo, dolidos por la partida de su santidad Benedicto XVI, que trabajó con alma e inteligencia por un mundo más fraterno».

Mientras que el presidente irlandés, Michael D. Higgins, elogió «sus incansables esfuerzos para promover la paz y la buena voluntad en todo el mundo, con un interés constante por la paz en Irlanda del Norte». 

De igual forma, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski saludó a un «eminente teólogo, promotor de valores universales». 

Y el presidente ruso, Vladimir Putin, alabó a un «defensor de los valores tradicionales cristianos» y envió sus condolencias al papa Francisco. 

‘NO VIOLENCIA Y LA PAZ’

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, elogió su «tenaz compromiso con la no violencia y la paz».

«Sus fuertes llamamientos a la solidaridad con las poblaciones marginadas en todas partes y sus exhortaciones a reducir la brecha creciente entre ricos y pobres son más pertinentes que nunca».

El rey Carlos III, soberano de 15 Estados, entre ellos el Reino Unido y jefe formal de la Iglesia anglicana, compartió su «profunda tristeza». Además, saludó los «esfuerzos constantes» de Benedicto XVI por la paz entre todos los pueblos y el acercamiento de católicos y protestantes.

‘FIGURA DESTACADA’

No obstante, el canciller alemán Olaf Scholz estimó que el mundo pierde una «figura destacada» de la Iglesia católica. 

«Como papa +alemán+, Benedicto XVI era para muchos, y no solo en este país, un dirigente particular de la Iglesia», añadió, calificándolo también de «personalidad combativa» y de «teólogo inteligente». 

Para el presidente polaco Andrzej Duda, cuyo país está tradicionalmente vinculado a la fe católica, «el mundo perdió a uno de los más grandes teólogos de los siglos XX y XXI, un cercano colaborador de San Juan Pablo II», su predecesor polaco en el Vaticano. 

Benedicto XVI era «un gigante de la Fe y de la Razón», así como «un grande de la Historia que la Historia no olvidará», reaccionó la primera ministra italiana Giorgia Meloni. 

«Expresé al santo padre Francisco la participación del gobierno en su dolor y en la de toda la comunidad eclesial».

El primer ministro británico Rishi Sunak dijo que estaba «triste» por la muerte de Benedicto XVI, saludando también la memoria de un «gran teólogo». 

«Me entristece enterarme de la muerte del papa emérito Benedicto XVI. Era un gran teólogo cuya visita al Reino Unido en 2010 constituyó un momento histórico para los católicos y los no católicos de nuestro país».

Por su lado, el primer ministro español, Pedro Sánchez, saludó «a un gran teólogo que se dedicó al servicio de los demás, de la justicia y de la paz».

«A lo largo de sus ocho años de pontificado, el papa Benedicto XVI siguió siendo un símbolo de la estabilidad y de la defensa de los valores de la Iglesia católica: el amor al prójimo, la solidaridad, el apoyo a los más pobres y vulnerables y la importancia del perdón y de la reconciliación».

El patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill celebró a un «eminente teólogo» y defensor de los «valores tradicionales».

UNA DIMISIÓN HUMILDE Y VALIENTE

Para la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, Benedicto XVI «envió una señal fuerte con su dimisión».

«Se veía ante todo a sí mismo como un siervo de Dios y de su Iglesia. Cuando su capacidad física disminuyó, continuó sirviendo a través de sus oraciones», agregó.

De igual manera, para el arzobispo de Canterbury Justin Welby, jefe espiritual de la Iglesia anglicana, Benedicto XVI fue «uno de los más grandes teólogos de su tiempo». Y su renuncia fue «humilde y valiente».

Con información de AFP