La paquistaní Malala Yousafzai, ganadora del Nobel de la Paz, visitó el sábado a su pueblo natal de Mingora por primera vez desde que un extremista del Talibán le disparó aquí en 2012 porque ella promovía la educación de las niñas.
En medio de intensas medidas de seguridad, Youzafzai aterrizó en un helicóptero del ejército en este poblado del Valle de Swat acompañada de varios familiares.
Posteriormente Yousafzai entró a su casa de la infancia, acompañada por su padre, su madre y su hermano. Ella sollozó al entrar al inmueble, donde varios parientes, antiguos compañeros de clase y amigos la habían estado esperando ansiosamente desde la mañana para darle la bienvenida con flores y abrazos.
Youzafzai dijo que esperó este momento durante más de cinco años y que a menudo miraba Pakistán en el mapa, con la esperanza de volver algún día. Dijo que planea regresar permanentemente a su país natal después de completar sus estudios en Gran Bretaña.
“Es todavía como un sueño para mí ¿Estoy yo aquí entre ustedes? ¿Es un sueño o la realidad?“, preguntó.
La seguridad se incrementó visiblemente en Mingora desde el día anterior.
Youzafsai regresó posteriormente a Islamabad, donde se reunió con activistas de los derechos humanos.
Ahora de 20 años de edad, Yousafzai había pedido a las autoridades que le permitieran ir a la aldea de Mingora y Shangla, en el valle de Swat, donde el fondo que lleva su nombre construyó una escuela.
Hassan dijo que Yousafzai y su familia no tenían miedo de ir a Swat. “Estamos agradecidos al gobierno y al ejército por facilitar esta visita”, dijo a The Associated Press.
En octubre de 2012, cuando tenía 14 años, Yousafzai fue herida en la cabeza por un miliciano del Talibán que irrumpió en su ómnibus escolar y preguntó “¿quién es Malala?”.
Desde entonces Yousafzai repite constantemente que el Talibán, lejos de enmudecerla, ha amplificado su voz. Ha escrito un libro, hablado ante Naciones Unidas, creado un fondo para la construcción de escuelas y se ha reunido con refugiados.
El viernes, Yousafzai elogió al ejército paquistaní por proporcionarle tratamiento médico oportuno. Dijo que su cirugía fue realizada por un cirujano del ejército en el “momento adecuado”. Más tarde recibió tratamiento postraumático en Gran Bretaña.
Dijo que no estaría en Pakistán ahora si no hubiera sido atendida rápidamente. Agregó que planea regresar permanentemente a Pakistán después de completar sus estudios en Gran Bretaña.
Niñas de su pueblo natal dijeron que ansiaban conocerla. Yousafzai se convirtió en la persona más joven en recibir el Premio Nobel de la Paz en 2014.
“Admiro a Malala porque se esfuerza por promover la educación de las niñas”, dijo Amna Khan, de 12 años, al entrar a la escuela en Mingora./AP
La ganadora del premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai volvió el jueves a Pakistán por primera vez desde que fue baleada en 2012 por extremistas molestos por su campaña en pro de la educación de las niñas.
Ahora con 20 años de edad, la estudiante universitaria llegó al Aeropuerto Internacional Benazir Bhutto en medio de un fuerte operativo de seguridad. Fue posible verla en imágenes de la televisión local acompañada de sus padres en una sala del aeropuerto, antes de salir en una caravana de casi 15 vehículos, muchos de ellos ocupados por policías fuertemente armados.
Malala se reuniría más tarde con el primer ministro de Pakistán, Shahid Khaqan Abbasi. Su regreso al país ha estado envuelto en la confidencialidad, y hasta el momento se desconoce cuánto tiempo estará en Islamabad o si planea viajar a su poblado natal de Swat, donde fue agredida.
Yousafzai tenía sólo 14 años pero ya era conocida por su activismo cuando un miliciano del Talibán se subió a la camioneta escolar en la que estaba sentada y preguntó “¿quién es Malala?” antes de dispararle a la cabeza. Dos de sus compañeros también resultaron heridos.
En estado crítico, fue trasladada por aire a la ciudad de Rawalpindi y de allí a Birmingham en Gran Bretaña.
Ha hablado en las Naciones Unidas, hipnotizando al mundo con su elocuencia y su implacable compromiso con la promoción de la educación de las niñas a través del Fondo Malala, un libro, reuniones con refugiados y otras actividades.
En 2014 le fue otorgado el premio Nobel junto con Kailash Satyarthi, activista indio por los derechos de los niños. El día en que recogió el galardón, Malala dijo: “La educación es una de las bendiciones de la vida, y una de sus necesidades”.
Se quedó en Gran Bretaña tras recibir tratamiento médico allí y el año pasado fue aceptada en la Universidad de Oxford.
En Pakistán ha sido criticada por algunos como una vocera de Occidente, e incluso ha habido insinuaciones en las redes sociales de que los disparos fueron escenificados. Yousafzai ha respondido en repetidas ocasiones a las críticas con una elegancia que supera por mucho su corta edad, y ha dicho con frecuencia que la educación no es occidental ni oriental.
Con frecuencia, al hacer declaraciones en público ha elogiado a su país natal, ha hablado en su idioma natal pashto y siempre ha prometido volver./AP