El convento de San Francisco aún no lo ha dicho todo

Actualizado 15:11

Redacción Día a Día |

Cinco siglos después del inicio de construcción, la iglesia de San Francisco en Quito sigue siendo mucho más que un ícono del arte colonial. En realidad, es un enigma aún en proceso de revelación. Construida en 1535 sobre antiguos terrenos indígenas, este vasto conjunto arquitectónico no solo impresiona por su estilo barroco y su majestuosidad, sino por los secretos que guarda bajo capas de historia.

Lea también:

Gracias a recientes restauraciones apoyadas por el Instituto Metropolitano de Patrimonio y la UNESCO, han salido a la luz murales ocultos por siglos. También se han revelado inscripciones secretas y hasta restos óseos escondidos dentro de esculturas religiosas, revelando secretos desconocidas hasta ahora.

Estos hallazgos no solo sorprenden por su rareza, sino que invitan a reescribir partes esenciales del arte quiteño y de la historia misma de la ciudad. San Francisco se revela hoy no como un monumento estático del pasado, sino como un archivo vivo que aún tiene mucho que contar.

También en Teleamazonas: