Nayib Bukele correrá por la reelección a la presidencia de El Salvador en 2024


Reelegirse está en la lista de objetivos para 2004 del presidente de El Salvador, Nayib Bukele. El anuncio lo hizo este jueves 22 de septiembre de 2022 y especificó que es un camino trazado luego de discutirlo con su esposa Gabriela Rodríguez y su familia.

Bukele comunicó su decisión durante su discurso con motivo de la conmemoración de la independencia de El Salvador. El problema de su reelección es que la actual constitución de su país tiene al menos seis artículos que prohíben la reelección inmediata del presidente, señala el constitucionalista salvadoreño José Marinero, citado en BBC.



Uno de ellos y el más claro es el artículo 154 que reza: «El período presidencial será de cinco años y comenzará y terminará el día primero de junio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más».

Otro es el artículo 248, en el cual la constitución expresamente prohíbe enmiendas que obstaculicen ‘la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República’. «Si se registra como candidato, se consumará un burdo fraude electoral”, señaló María a través de Twitter.

Un precedente a favor de Bukele

Estas limitaciones, sin embargo, podrían no ser un problema para Bukele, elegido presidente en 2019. Cabe recordar que en mayo de 2021, el mandatario expulsó a cinco jueces de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, la mayor autoridad judicial del país. Lo hizo con la colaboración del Congreso, donde el partido oficial tiene gran mayoría.

Se quedaron los jueces ‘aliados al mandatario’ y se emitió una resolución que autorizaba la reelección inmediata. El fallo permite expresamente que una persona que ejerza la Presidencia de El Salvador y no haya sido presidente en el período inmediato anterior “participe en la contienda electoral por una segunda ocasión».

  • Las elecciones presidenciales de El Salvador están previstas para 2024.

Este precedente a favor de Bukele fue justificado por la Corte. «Atar la voluntad del pueblo a un texto que respondía a necesidades, contextos o circunstancias de hace 20, 30 o 40 años ya no es una interpretación de derechos, sino una restricción excesiva disfrazada de seguridad jurídica», señalarn los magistrados en su resolución.

Con informaciónde | BBC/