Estado cubano ya vende autos de segunda mano a particulares

La venta de automĆ³viles de segunda mano del Estado cubano a particulares comenzĆ³ este martes en un concesionario de La Habana, donde los primeros clientes adquirieron vehĆ­culos a pesar de sus precios desorbitados.

Ā«Es un carro usado de 2011, pero se encuentra en las condiciones requeridas para transitarĀ», explicĆ³ ante las cĆ”maras de Efe Yovan Orlando, un cubano residente en Miami tras pagar ni mĆ”s ni menos que 80.000 dĆ³lares por un Toyota Land Cruiser 4×4 del aƱo 2011 con 6.000 kilĆ³metros en el marcador.

TODO POR LA FAMILIA, AUNQUE NO HAYA GARANTƍA

Este cliente, que pasĆ³ cinco noches en la cola para ser el primero en escoger vehĆ­culo, se mostrĆ³ satisfecho por su adquisiciĆ³n y con el trato, aunque confesĆ³ estar preocupado porque su reciĆ©n adquirido Toyota Ā«no tiene garantĆ­aĀ» y eso puede ser un Ā«problemaĀ».

Ā«Por mi familia hago cualquier cosaĀ», proclamĆ³.

En el concesionario del barrio habanero de Miramar se ofrecen desde este martes 30 modelos de automĆ³viles de segunda mano, todos ellos a precios exorbitantes como 38.000 dĆ³lares por un Kia Picanto, 45.000 por un Peugeot 301 automĆ”tico o 63.000 por un Peugeot 4008, segĆŗn la lista de CIMEX -empresa del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba-, que no especifica aƱo o kilometraje.

Se exige pagarlos con tarjeta de crĆ©dito en Ā«moneda libremente convertibleĀ» o MLC, es decir, euros o dĆ³lares u otra divisa. No se acepta ninguna de las dos monedas en circulaciĆ³n en el paĆ­s: el CUP o peso cubano ni el CUC o peso convertible.

Esto responde a la polĆ­tica del Estado cubano de recaudar divisas para tratar de aliviar su endĆ©mico dĆ©ficit en la balanza de pagos, en un momento de crisis econĆ³mica agudizada por el endurecimiento del embargo financiero y comercial de EE.UU. en los Ćŗltimos meses.

Pese a que los importes de los automĆ³viles puedan parecer exagerados, en realidad incluyen un descuento del 10 % en relaciĆ³n al que segĆŗn CIMEX era su precio real.

La empresa asegura que solo retendrĆ” un 15 % de la recaudaciĆ³n y el 85 % lo destinarĆ” a la mejora del transporte pĆŗblico, una de las tareas pendientes de las autoridades cubanas.

POR QUƉ UNOS PRECIOS INEXPLICABLES

Los precios prohibitivos de los vehƭculos de segunda mano en la isla se vinculan directamente a las restricciones en la compra de autos nuevos y tambiƩn a la imposibilidad del paƭs de garantizar el abastecimiento de combustible, un problema endƩmico agudizado ahora por las nuevas sanciones de Estados Unidos.

Hasta 2011 el Gobierno prohibĆ­a comprarlos y desde 2013 los grava con un impuesto del 800 %, por lo que el compacto mĆ”s econĆ³mico en este paĆ­s puede costar mĆ”s que un vehĆ­culo de lujo en cualquier paĆ­s de Europa o las AmĆ©ricas.

Cuba no fabrica automĆ³viles y ningĆŗn particular o empresa al margen del Estado estĆ” autorizado a importarlos, de ahĆ­ la distorsiĆ³n de la oferta y la demanda que obliga a pagar cantidades desorbitadas por adquirir un medio de transporte privado en un paĆ­s donde el salario medio de un trabajador estatal ronda los 45 dĆ³lares al mes.

En el mercado informal de segunda mano de Cuba los precios no son mucho mejores: en la pĆ”gina web de clasificados Revolico se ofertaba la semana pasada un Lada 2105 de 1988 por 28.000 dĆ³lares, un Hyundai Atos de 2007 por 40.000 y un Audi S4 de 2010 por 120.000. EFE