Las estructuras de captación en quebradas están compuestas por varios elementos. En conjunto sirven para evitar que la acumulación de agua lluvia, lodo y material vegetal llegue a la zona urbana, como ha sucedido en los aluviones de La Gasca y La Comuna, norte de Quito. En la capital ecuatoriana existen 142 estructuras de captación en 101 quebradas que siguen su cauce "a cielo abierto". Su función principal es recolectar y evacuar el agua residual y pluvial hacia los ríos. Quito está construida en una planicie montañosa, atravesada por ríos y quebradas. Pero de acuerdo con la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps-Agua de Quito) la mayoría han sido embauladas, es decir contenidas en un túnel. Las estructuras de captación están compuestas por: Estas estructuras funcionan para evitar el taponamiento de los colectores, su desbordamiento e inundación de las zonas residenciales. Por su parte, los colectores son los que reciben el agua lluvia y la llevan hacia los ríos. Se trata de grandes túneles a una profundidad de 25 metros. De acuerdo con Epmaps, anualmente se invierte 1,5 millones de dólares en el mantenimiento y limpieza de las construcciones en las quebradas de la ciudad. En Quito existen 5 800 kilómetros de redes de alcantarillado que incluyen 883 kilómetros de colectores y 144 316 sumideros.