Investigadores de la ClĆnica Mayo informaron de fuertes indicios de que el plasma sanguĆneo de sobrevivientes de COVID-19 ayuda a otros pacientes a recuperarse, pero no dieron una prueba concluyente, y algunos expertos se preguntan si algĆŗn dĆa se llegarĆ” a tener una respuesta irrefutable.
MĆ”s de 64.000 pacientes en Estados Unidos han recibido plasma convaleciente, un procedimiento de un siglo de antigĆ¼edad que se utilizĆ³ para ayudar a no padecer la gripe y el sarampiĆ³n antes de que aparecieran las vacunas respectivas. Es un mĆ©todo al que se recurre cuando aparecen nuevas enfermedades, y la historia deja entrever que funciona contra algunas infecciones, pero no todas.
AĆŗn no hay evidencia sĆ³lida de que el plasma sirva para combatir el coronavirus y, de ser asĆ, cuĆ”l serĆa la mejor manera de utilizarlo. Sin embargo, informaciĆ³n preliminar de 35.000 pacientes de coronavirus atendidos con plasma brinda lo que el principal investigador de la ClĆnica Mayo, el doctor Michael Joyner, dijo el viernes que son āindicios de eficaciaā.
Hubo menos muertes entre las personas que recibieron plasma a mĆ”s tardar tres dĆas despuĆ©s del diagnĆ³stico, y tambiĆ©n entre quienes se les dio plasma con los niveles mĆ”s altos de anticuerpos que combaten el virus, informaron Joyner y sus colegas.
El problema es que no fue un estudio formal. Los pacientes fueron atendidos de diversas formas en hospitales en todo el paĆs como parte de un programa de la AdministraciĆ³n de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglĆ©s) diseƱado para agilizar el acceso a terapias experimentales. Este programa llamado de āacceso ampliadoā da seguimiento a los efectos obtenidos en los beneficiarios, pero no puede demostrar que el plasma āy no otros cuidados recibidosā fue la verdadera razĆ³n de la mejorĆa.
Estudios rigurosos en marcha en todo el paĆs estĆ”n diseƱados para obtener esa evidencia, mediante la comparaciĆ³n de pacientes similares escogidos aleatoriamente para suministrarles plasma o una infusiĆ³n placebo ademĆ”s de la atenciĆ³n ordinaria. Sin embargo, esos estudios han sido difĆciles de completar debido a que la presencia del virus aumenta y disminuye en diferentes ciudades. AdemĆ”s, algunos pacientes han solicitado plasma en lugar de aceptar su inclusiĆ³n en un estudio en el que podrĆan darles un placebo.
āDurante 102 aƱos hemos estado debatiendo si el plasma convaleciente funciona o noā, dijo la doctora Mila Ortigoza, de la Universidad de Nueva York, en referencia al que se utilizĆ³ durante la pandemia de gripe de 1918. Esta vez ārealmente necesitamos una prueba irrefutableā.
Ortigoza codirige uno de esos estudios, que esta semana se estĆ” ampliando a otros tres estados: Connecticut, Florida y Texas. Su equipo tambiĆ©n estĆ” trabajando para compartir informaciĆ³n con otros ensayos clĆnicos en otras regiones, con la expectativa de encontrar respuestas mĆ”s rĆ”pidamente.
āHay preocupaciĆ³n en torno a cuĆ”ndo habrĆ” una respuesta claraā, seƱalĆ³ el doctor Jeffrey Henderson, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Washington en San Luis.
ExpresĆ³ confianza en que los ensayos clĆnicos obtendrĆ”n avances sobre este tema, pero seƱalĆ³ que el informe de la ClĆnica Mayo es congruente con estudios previos mĆ”s pequeƱos sobre el plasma y āun ejemplo de cĆ³mo hacer las cosas lo mejor que se pueda con la informaciĆ³n disponibleā.
Cuando el organismo enfrenta un nuevo germen produce proteĆnas llamadas anticuerpos diseƱadas especialmente para combatir esa infecciĆ³n particular. Los anticuerpos se encuentran en el plasma, que es la parte amarillenta y lĆquida de la sangre. Como la formaciĆ³n de anticuerpos tarda algunas semanas, la esperanza es que la transfusiĆ³n de anticuerpos de otra persona pueda ayudar a los pacientes a combatir el virus antes de que su sistema inmunolĆ³gico se active.
Los hallazgos de la ClĆnica Mayo fueron publicados en lĆnea antes de ser examinados por otros cientĆficos. Muestran que 20% de las personas a las que se les dio plasma con altos niveles de anticuerpos a mĆ”s tardar tres dĆas despuĆ©s del diagnĆ³stico habĆan fallecido antes de 30 dĆas, en comparaciĆ³n con 30% de las personas atendidas posteriormente con plasma que tenĆa menor nĆŗmero de anticuerpos.
La FDA ha estado sopesando cuidadosamente si la evidencia es lo suficientemente buena para permitir el llamado uso de emergencia de plasma convaleciente, medida que dificultarĆa aĆŗn mĆ”s completar pruebas mĆ”s rigurosas. La FDA no declarĆ³ el viernes sobre el asunto.
Decenas de miles de sobrevivientes de COVID-19 han donado plasma, y los bancos de sangre han exhortado a que otros tambiĆ©n lo hagan a fin de enfrentar la demanda, ya que el coronavirus continĆŗa causando estragos en Estados Unidos. SegĆŗn la AABB, la AsociaciĆ³n Americana de Bancos de Sangre, una cuarte de los hospitales que supervisa semanalmente estĆ”n informando de esperas de mĆ”s de 24 horas para obtener el plasma solicitado.
MĆ”s allĆ” de si el plasma ayuda en lo general, los cientĆficos quieren saber cuĆ”ndo debe ser utilizado, si en las personas muy enfermas o en aquellas que acusen las primeras seƱales de infecciĆ³n. Y cuĆ”l es la dosis correcta.
Los sobrevivientes de COVID-19 tienen cantidades variables de anticuerpos, que Ortigoza dijo son difĆciles de medir antes de la utilizaciĆ³n del plasma donado. La especialista indicĆ³ que otra interrogante es cuĆ”les de los muchos tipos de anticuerpos son los mejores para ser utilizados.
Joyner subrayĆ³ que el programa de acceso ampliado no tenĆa el propĆ³sito de sustituir los estudios rigurosos, pero fue diseƱado originalmente para dar seguimiento a 5.000 personas y verificar la seguridad del uso del plasma. Sin embargo, el uso del programa se disparĆ³.
āPosiblemente hay evidencia razonable y que puede ponerse en prĆ”ctica a partir de nuestros hallazgos para reafirmarā las lecciones histĆ³ricas de la terapia con plasma, de que entre mĆ”s pronto se aplique es mejor, agregĆ³.