Cuatro personas fueron procesadas por fingir un secuestro

Un adolescente y tres adultos fueron procesadas por fingir un secuestro en la provincia de Orellana. La Fiscalía informó que el menor de edad actuó en complicidad con las otras personas para planificar su propio secuestro y exigir a su familia un pago por su rescate.

Fingir un secuestro es un delito tipificado en el artículo 163 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y se sanciona con pena privativa de libertad desde seis meses hasta dos años. Por este delito, la Fiscalía formuló cargos contra tres adultos, en calidad de coautores, y al adolescente como autor.

En la audiencia de formulación de cargos, Fiscalía presentó los elementos de convicción y otras evidencias que probarían el delito. Basado en esas pruebas, un juez les dictó medidas alternativas de presentaciones periódicas y prohibición de salida del país a los tres presuntos coautores. Además, otro juez de una Unidad de Justicia Juvenil le dictó medidas alternativas al adolescente.

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El presunto secuestro

Fiscalía dice que la tarde del 8 de abril de 2023, el adolescente supuestamente desapareció mientras regresaba a su casa. Un día después, la madre del joven empezó a recibir llamadas y mensajes de personas que aseguraban pertenecer a un grupo delictivo y haber secuestrado a su hijo. La madre del joven también habría recibido videollamadas, en las que vio al adolescente maniatado mientras recibía agresiones físicas de sus supuestos secuestradores.

A cambio de liberar al joven con vida, los presuntos secuestradores exigían 10 000 dólares. Henry Z. —amigo de la familia y uno de los procesados como coautor—, le aconsejó a la madre del adolescente que no denuncie el hecho y que venda su auto para conseguir el dinero del rescate.

Inicialmente, la familia de la supuesta víctima acordó cancelar 100 dólares como pago inicial y luego llegar a un acuerdo para cancelar el monto total. Sin embargo, decidió denunciar el hecho y el 9 de abril la Fiscalía abrió una investigación previa del caso.

Agentes de la Policía buscaron a los presuntos implicados, con base en la información de los números telefónicos y cuentas bancarias. Finalmente, el 13 de abril, la Policía ubicó en la provincia de Manabí, a Frowen C. y Oliber G., quienes habrían efectuado las llamadas a la madre de la presunta víctima.

Al ser detenidos, los implicados dijeron que el adolescente organizó el supuesto secuestro e identificaron el lugar donde estaba el joven.

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