Gran Bretaña endurece restricciones a viajeros de Sudamérica

Gran Bretaña hizo más estrictos sus requerimientos para el ingreso al país más allá de su decisión sorpresiva de prohibir los viajes desde Sudamérica y Portugal ante el surgimiento de una nueva variante del coronavirus en Brasil, argumentando que las medidas son necesarias para garantizar que el programa acelerado de vacunaciones en el Reino Unido no se malogre.

El primer ministro Boris Johnson dijo el viernes que los corredores de viajes que quedan van a ser cerrados y todas las personas que arriben al país deberán mostrar un certificado de prueba negativa de coronavirus. De acuerdo con los arreglos de corredores de viajes, toda aquella persona que llegue a Gran Bretaña de países considerados seguros estaba exenta de un período de cuarentena.

A partir del lunes, dijo Johnson, todo el que llegue al Reino Unido tendrá que mostrar evidencia de una prueba negativa tomada 72 horas antes de salir de su país. Y una vez en Gran Bretaña tendrá que aislarse por 10 días a menos que pueda mostrar más evidencia de otra prueba negativa al menos cinco días después del arribo.

La eliminación del corredor se produjo luego que el gobierno suspendió los viajes desde Sudamérica y Portugal en medio de preocupaciones sobre la variante brasileña, que las autoridades dicen no ha aparecido aún en el Reino Unido. Portugal ha estado especialmente furioso por la suspensión de viajes, que el gobierno británico dijo es justificada debido a sus fuertes lazos con Brasil.

“En esta etapa crucial, lo que no podemos tener es nuevas variantes con características desconocidas llegando del exterior y por ello hemos establecido un sistema para frenar los arribos de países en los que existen nuevas variantes e implementado las severas medidas adicionales”, dijo Johnson en un encuentro con la prensa.

Las nuevas restricciones llegan apenas semanas después que muchos países suspendieron los viajes desde Gran Bretaña tras el descubrimiento en Inglaterra de una nueva variante más contagiosa del coronavirus a la que se ha atribuido un marcado incremento de infecciones y muertes. Los científicos dicen que no hay indicios de que la variante británica responda diferentemente a las vacunas existentes.