La liberaciĆ³n de un notorio matĆ³n de la mafia convertido en informante generĆ³ indignaciĆ³n en Italia el jueves, a pesar de la transmisiĆ³n de una vieja entrevista en la cĆ”rcel en la que pidiĆ³ perdĆ³n a las numerosas vĆctimas de āesta fĆ”brica de la muerteā.
Giovanni Brusca, de 64 aƱos, saliĆ³ en libertad despuĆ©s de purgar 25 aƱos de una cadena perpetua por algunos de los crĆmenes mĆ”s atroces de la Cosa Nostra.
Entre ellos se cuentan el asesinato con bomba del principal fiscal antimafia en 1992 y el secuestro y asesinato en 1996 del hijo de 11 aƱos de un mafioso arrepentido.
El niƱo fue estrangulado y su cuerpo disuelto en un barril de Ɣcido.
SegĆŗn los informes, Brusca reconociĆ³ su participaciĆ³n en unos 150 homicidios como mano derecha del ācapo de caposā Salvatore āTotoā Riina, quien muriĆ³ en la cĆ”rcel en 2017.
Dada la gravedad de sus crĆmenes, la libertad anticipada de Brusca provocĆ³ indignaciĆ³n y llamados a modificar las leyes que permiten reducir las penas de mafiosos que violan la āomertĆ ā, el cĆ³digo de silencio, para colaborar con la policĆa.
Pero algunos italianos, como la hermana de Giovanni Falcone, el fiscal asesinado, las defendiĆ³ como necesarias para convencer a los mafiosos que colaboren con la justicia.
Entrevista
El diario de Italia Corriere della Sera publicĆ³ extractos que calificĆ³ de inĆ©ditos de una entrevista que Brusca dio en la cĆ”rcel el 10 de enero de 2016 al documentalista francĆ©s Mosco Levi Boucault, en la cual pidiĆ³ perdĆ³n por sus crĆmenes.
En la entrevista, en la que aparece con la cabeza cubierta, anteojos oscuros y guantes, Brusca dijo que querĆa āpedir perdĆ³n a todos los familiares de las vĆctimas a las que causĆ© tanto dolor y tristezaā.
āTratĆ© de contribuir lo mĆ”s posible y dar una mĆnima explicaciĆ³n a todos los que buscan la verdad y la justiciaā, dijo.
Brusca dijo que su familia pagĆ³ el precio de su decisiĆ³n de volverse informante, pero era lo correcto desde el punto de vista moral, legal y humano, āporque me permite poner fin a esto. Yo llamo a la Cosa Nostra una cadena de muerte, una fĆ”brica de muerte. Nada mĆ”s, nada menosā.