Israel comienza su tercer confinamiento por aumento de casos de covid-19

Israel comenzĆ³ hoy su tercer confinamiento, que reduce drĆ”sticamente la actividad del paĆ­s, mientras se avanza con la vacunaciĆ³n masiva, que se espera pueda hacer de este el Ćŗltimo cierre antes de acabar con la pandemia.

A la tercera va la vencida. O al menos eso espera el Gobierno israelĆ­, que pasĆ³ de ser caso modelo por su respuesta a la pandemia en marzo y abril a liderar las cifras de morbilidad pocos meses despuĆ©s y que hoy, con una de las campaƱas de vacunaciĆ³n mĆ”s rĆ”pidas del mundo en marcha, tiene que volver a cerrarse.

Inicialmente se prevƩ que el confinamiento dure dos semanas, algo que los expertos anticipan poco probable y asumen que se extenderƭa casi un mes.

El objetivo que se ha trazado el Gobierno es bajar las cifras de contagios diarios a menos de mil y la tasa de reproducciĆ³n a uno.

Durante la Ćŗltima semana Israel, con unos nueve millones de habitantes, registrĆ³ cifras diarias en torno a los 4.000 nuevos casos. Mientras que la tasa de reproducciĆ³n (la media de personas a las que un infectado transmite el virus) se ubica en 1.3 entre la poblaciĆ³n general y 1.7 en los sectores ultraortodoxos.

TERCER CONFINAMIENTO EN ISRAEL

A diferencia del primer confinamiento, este cierre se presenta como relativamente laxo, con un margen de movimiento de hasta un kilĆ³metro del domicilio.

La mayorĆ­a de las restricciones que entraron en vigor hoy se asemejan a las del segundo confinamiento; incluido el cierre de comercios no esenciales y la prohibiciĆ³n de visitar residencias de otras personas. Pero este nuevo cierre cuenta con la particularidad de que no se cerrarĆ”n las escuelas, segĆŗn decidiĆ³ hoy el comitĆ© de EducaciĆ³n de la KnĆ©set (Parlamento).

Otra de las particularidades de este nuevo confinamiento es el cierre de las denominadas Ā«islas verdesĀ», pequeƱas burbujas turĆ­sticas implementadas en la ciudad de Eilat y en las orillas del Mar Muerto; donde los israelĆ­es pudieron escaparse para disfrutar durante los Ćŗltimos dos meses un poco de la normalidad prepandemia.

AdemƔs, coincide con las medidas impuestas para evitar la entrada de la cepa britƔnica, que cierra el paƭs a extranjeros y obliga a los nacionales que retornen a hacer 14 dƭas de cuarentena en hoteles, no en sus viviendas.

La gran novedad, sin embargo, no radica en las restricciones sino en el marco en el que se aplican estas nuevas medidas. A diferencia de los dos cierres previos, este llega en medio de un velocĆ­simo proceso de vacunaciĆ³n; especĆ­ficamente de la producida por Pfizer, que en una semana se ha aplicado a mĆ”s de 260.000 personas.

VACUNACIƓN ISRAEL

La intenciĆ³n del Gobierno es elevar las cifras de vacunaciĆ³n para llegar a las 150.000 diarias para que la mitad de la poblaciĆ³n pueda recibir su primera dosis para fines de enero y encaminarse asĆ­ a reactivar la actividad comercial en febrero.

Ā«Creo que este cierre podrĆ­a haber sido evitadoĀ», explicĆ³ a Efe Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud PĆŗblica de la Universidad Ben GuriĆ³n y asesor del Gobierno en la gestiĆ³n de la pandemia, que agregĆ³ que se deberĆ­an haber aplicado otro tipo de medidas en las Ćŗltimas semanas, sobre todo mayores controles a quienes llegaban desde el exterior y el cierre de centros comerciales.

Por otra parte, llamĆ³ a acelerar todo lo posible la vacunaciĆ³n e incluir a todos los hospitales y al EjĆ©rcito en la campaƱa, que espera pueda hacer de este confinamiento el Ćŗltimo.

Ā«ĀæPor quĆ© demorar lo inevitable?Ā», argumentĆ³ ArnĆ³n Afek, director del hospital Sheba y tambiĆ©n miembro del comitĆ© asesor del Ejecutivo, que explicĆ³, durante un encuentro con periodistas, que de demorar aĆŗn mĆ”s el confinamiento la situaciĆ³n podrĆ­a ser mĆ”s grave.

Respecto al proceso de vacunaciĆ³n, enfatizĆ³ que era imposible inocular a la poblaciĆ³n lo suficientemente rĆ”pido como para evitar este cierre; dado que harĆ” falta al menos un mes para tener cifras considerables de gente inmunizada.

ReciƩn comenzado el tercer confinamiento en Israel, aparecen asƭ las mismas discusiones que en los cierres previos, las mismas quejas y similares restricciones. El mismo temor de que la gente no respete las instrucciones y las mismas dudas sobre la eficacia del cierre.

Pero, a diferencia de los anteriores, este cierre no parecerĆ­a ser una medida de contenciĆ³n sino la Ćŗltima estaciĆ³n antes de poder finalmente cambiar de pĆ”gina y volver a la normalidad.

EFE