Licorerías de la India abarrotadas en primer día de relajación

Licorerías de toda la India amanecieron este lunes abarrotadas por centenares de personas que desde muy temprano hacían cola para abastecerse de alcohol, aprovechando el primer día de relajación de las restricciones tras 40 días de confinamiento ininterrumpido para contener la COVID-19.

Cifras coronavirus

Las pequeñas tiendas de barrio, entre ellas las de venta de alcohol, comenzaron a abrir hoy como parte de la medida de desescalada que comenzó a implementar el Gobierno para una paulatina vuelta a la normalidad, en un país que ha registrado por ahora 42.836 infecciones y 1.389 muertes.

Confinamiento

Los 40 días de confinamiento y los continuos avisos sobre la necesidad de mantener la distancia social para evitar nuevas infecciones no parecieron importar a los cientos de hombres a las puertas de las licorerías, apretujados pecho con espalda en largas filas, que llevó en muchos casos a que interviniera la policía.

«En general, esta tienda abre a las 10.30. Sin embargo, estaba seguro de que habría una multitud hoy, así que salí de casa a las 08.00 y llegué a la tienda a las 08.30, pero la gente ya estaba haciendo cola y violando las medidas de distanciamiento social», narró Sanjay Yadav, que vive en el sur de la capital india.

Reapertura de tiendas tras confinamiento

La condición para la reapertura de tiendas de productos no esenciales estipula que estos comercios no deben estar dentro de centros comerciales o mercados públicos, sin embargo las tiendas de vecindarios están permitidas siempre que se mantengan los dos metros de distanciamiento físico y se limite hasta cinco el número de personas que puede estar simultáneamente en las tiendas.

Pero imágenes tomadas en varios puntos del país mostraron grandes multitudes frente a las tiendas, lo que provocó un aluvión de críticas contra la medida que ha amenazado con desperdiciar los logros alcanzados en los últimos 40 días de confinamiento total.

«No pude comprar nada porque la policía intervino antes de que la tienda abriera. Nos enviaron de regreso y la tienda no abrió», lamentó Yadav, que, a pesar de todo, consiguió una botella gracias a un amigo que la había adquirido en otra licorería.

«Entiendo que el coronavirus es un problema grave, pero no debemos dejar de disfrutar la vida. Tengo protección total, máscara y guantes. El virus no puede infectarme», concluyó.