La NASA trae a la Tierra una muestra de un asteroide

Por primera vez en su historia, la NASA logrĆ³ este domingo 24 de septiembre de 2023 traer a la Tierra una muestra de un asteroide. Los cientĆ­ficos esperan que proporcione informaciĆ³n Ćŗnica sobre el origen de la vida y sobre la formaciĆ³n del sistema solar hace unos 4.500 millones de aƱos.

En medio de una gran expectaciĆ³n, la cĆ”psula de la NASA que contiene las muestras del asteroide Bennu aterrizĆ³ en el desierto de Utah (Estados Unidos), poniendo fin a un viaje de siete aƱos.

Esta es la primera vez que la NASA, la agencia espacial de EE.UU., consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. La Agencia de ExploraciĆ³n Aeroespacial de JapĆ³n (JAXA) logrĆ³ recuperar restos de asteroides en 2020, pero se tratĆ³ de una cantidad mĆ­nima, no mayor que una cucharadita de polvo y rocas.

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La misiĆ³n de la NASA, bautizada como Osiris-Rex, espera haber recolectado 250 gramos de restos del asteroide Bennu, aunque los cientĆ­ficos no lo sabrĆ”n con certeza hasta que abran la cĆ”psula dentro de dos dĆ­as.

Una Ā«cĆ”psula del tiempoĀ»

SegĆŗn el argentino Lucas Paganini, cientĆ­fico planetario de la NASA, Bennu contiene molĆ©culas que se remontan a la formaciĆ³n del sistema solar hace 4.500 millones de aƱos y que podrĆ­a arrojar luz sobre preguntas que han intrigado a la humanidad durante siglos, como el origen de la vida y del propio sistema solar.

Ā«Los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas 4.500 millones de aƱos atrĆ”s. Son como cĆ”psulas del tiempo, equivalentes a fĆ³siles de dinosaurios que nos permiten saber quĆ© estaba ocurriendo hace millones de aƱos. En este caso, con nuestra misiĆ³n, estamos viajando miles de millones de aƱos atrĆ”s en el tiempoĀ», explicĆ³ Paganini.

Los cientĆ­ficos creen que esas molĆ©culas podrĆ­an haber llegado a nuestro planeta a bordo de meteoritos y, por tanto, analizar la composiciĆ³n de Bennu les servirĆ” para comprobar esa hipĆ³tesis y esclarecer quĆ© papel podrĆ­an haber jugado los cuerpos celestes en el origen de la vida.

Precisamente, los cientĆ­ficos eligieron Bennu porque es relativamente rico en molĆ©culas orgĆ”nicas y, ademĆ”s, tiene una Ć³rbita conocida, lo que facilitĆ³ que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.

Descubierto en 1999, se cree que Bennu se formĆ³ a partir de fragmentos de un asteroide mucho mĆ”s grande tras una colisiĆ³n. Mide medio kilĆ³metro de ancho, aproximadamente la altura del Empire State Building, y su superficie negra y rugosa estĆ” llena de rocas grandes.

AdemĆ”s, existe la hipĆ³tesis de que Bennu colisione con la Tierra en 159 aƱos y, aunque esta posibilidad es de solo un 0,057 %, esta misiĆ³n de la NASA tambiĆ©n servirĆ­a para ver cĆ³mo cambiar la trayectoria del asteroide si fuera necesario.

Ā«Ā”Bienvenida a casa!Ā»

La NASA transmitiĆ³ en directo el aterrizaje en el desierto de Utah de la cĆ”psula, del tamaƱo de una cuba de bebĆ©.

El momento mĆ”s emocionante se produjo cuando se desplegĆ³ el paracaĆ­das, de aproximadamente 81 por 50 centĆ­metros, un paso crucial para reducir la velocidad de la cĆ”psula y evitar que los restos del asteroide Bennu se estrellaran en el desierto de Utah.

Ā«Ā”Bienvenida a casa!Ā», exclamĆ³ en ese momento Noelia GonzĆ”lez, del equipo de comunicaciones de la NASA y encargada de la retransmisiĆ³n en espaƱol del evento.

Ā«Se palpa en el ambiente la expectativa, la emociĆ³n, los nerviosĀ», contaba GonzĆ”lez, mientras de fondo se podĆ­an escuchar los gritos de alegrĆ­a del equipo de la NASA ante el Ć©xito de la misiĆ³n.

La cĆ”psula ingresĆ³ en la atmĆ³sfera alrededor de las 8:42, viajando a una velocidad de 44.500 kilĆ³metros por hora y enfrentando altas temperaturas, por lo que era clave que redujera su velocidad durante el descenso a la Tierra.

Cuatro horas antes de su aterrizaje, la nave nodriza Osiris-Rex liberĆ³ la cĆ”psula en el espacio, a una distancia de exacta de 102.000 kilĆ³metros de nuestro planeta, y puso rumbo a otro asteroide llamado Apofis y que estudiarĆ” durante los prĆ³ximos aƱos.

Con la llegada a la Tierra de la capsula, se pone fin a una aventura que comenzĆ³ en 2016 con el lanzamiento de la nave Osiris-Rex desde el centro de la NASA en Cabo CaƱaveral (Florida).

Una muestra de pureza inigualable

Ahora, los cientĆ­ficos de la NASA se llevarĆ”n la cĆ”psula a una sala hermĆ©tica, libre de cualquier otra molĆ©cula, en una base militar cercana, asegurando asĆ­ que la muestra permanezca libre de contaminaciĆ³n.

El valor de la muestra radica en que no estĆ” contaminada por otras sustancias, lo que podrĆ­a proporcionar informaciĆ³n previamente desconocida. A menudo, los meteoritos contienen informaciĆ³n Ćŗtil para los cientĆ­ficos pero, al llegar a la Tierra, esta ya se ha visto alterada.

Con el fin de estudiar esta valiosa muestra en condiciones ideales, la cĆ”psula serĆ” transportada el lunes en un aviĆ³n hacia el Centro Espacial Johnson de la NASA en Texas, donde serĆ” resguardada en una sala exclusivamente destinada para su preservaciĆ³n.

Sin embargo, no todos los polvos y rocas de Bennu se usarĆ”n para la investigaciĆ³n de manera inmediata.

Aproximadamente el 70 % de los restos se preservarĆ”n, brindando a las futuras generaciones de cientĆ­ficos la oportunidad de responder a las grandes incĆ³gnitos del origen del universo con tecnologĆ­a que hoy ni siquiera podemos imaginar.Ā 

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