ONU lanza una llamada desesperada en favor de Yemen, asediado por la COVID-19

La ONU teme verse forzada a cerrar en las próximas semanas una treintena de programas de ayuda en Yemen, a menos que reciba la financiación que los Estados le prometieron a este país, que a su drama de guerra y pobreza, ahora suma la llegada del coronavirus en medio de un sistema sanitario en ruinas.

«Tememos que un sinnúmero de vidas se pierdan no solo por la COVID-19. Sino como resultado de la malaria, el cólera, el dengue y otras enfermedades», dijo en Ginebra el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.

Sistema de salud está colapsado

El sistema de salud está colapsado, lo que explica los reportes recibidos por ese organismo de que los hospitales están rechazando a enfermos que no pueden respirar y con fiebre alta. No hay camas, escasean los equipos y el personal, así como las medicinas y los test de diagnóstico.

Las autoridades sanitarias han informado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 595 casos confirmados de la COVID-19 y 317 fallecidos.

Enfrentan dos epidemias más

La población se enfrenta en paralelo a otras dos epidemias. El cólera y la diarrea, que han sumado 137.000 casos en lo que va del año. Un cuarto de ellos entre niños menores de 5 años.

En medio de esta situación catastrófica, 30 de los 41 programas que apoya la ONU en Yemen podrían cerrar pronto ante la lentitud con la que llegan las contribuciones prometidas en una conferencia de donantes celebrada el pasado día 2 y en la que se ofrecieron un total de 1.350 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias de la población yemení.

De esa cifra, 479 millones corresponden a lo que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) necesita para que sigan funcionando servicios básicos que dependen enteramente de este organismo. Entre ellos la provisión de agua, saneamiento e higiene, todos ellos fundamentales en el actual periodo de pandemia.

Sin embargo, «a menos que UNICEF reciba 30 millones de dólares antes del fin de junio, esos servicios -de los que dependen 4 millones de personas- empezarán a cerrar», advirtió la portavoz de la entidad, Marixie Mercado.

Sin recursos

UNICEF no podrá comprar el combustible necesario para que las estaciones de bombeo de agua y de tratamiento de aguas residuales sigan funcionando. Tampoco podrá seguir distribuyendo artículos de higiene que permiten prevenir no solo el coronavirus, sino también el cólera y otras enfermedades.

Según los reportes que llegan desde Yemen, mucha gente estaría experimentando síntomas de la COVID-19 y muriendo fuera de los establecimientos sanitarios, por lo que no son contados como casos confirmados de esta nueva enfermedad. EFE

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