Las enfermedades del cuerpo que se quedan en la cabeza

Lonely Planet / El PaĆ­s

La psoriasis y la artritis psoriĆ”sica, dolencias inflamatorias asociadas a la piel y las articulaciones, tambiĆ©n afectan emocionalmente a las personas que las sufren. La atenciĆ³n psicolĆ³gica les da herramientas ā€œpara frenar la ansiedad y pasar de la sumisiĆ³n como pacientes a la resistenciaā€

ĀæTienes dificultades para disfrutar de las actividades cotidianas aunque puedas llevarlas a cabo? ĀæEstĆ”s desesperanzado?

La psicĆ³loga Marta Loro realiza estas preguntas a pacientes de psoriasis, una enfermedad que en apariencia solo afecta a la piel. Y es a travĆ©s de la piel como se manifiesta, en forma de descamaciones, rojeces y placas, en brotes caprichosos, sin avisar; pero puede acarrear mĆ”s complicaciones. Produce una inflamaciĆ³n del organismo, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares,Ā sobrepesoĀ y ansiedad.

ā€œEl dermatĆ³logo me llama si detecta que un paciente estĆ” sufriendoā€, afirma Loro, que no solo se refiere al dolor y el picor que causan estas lesiones en la piel, sino a la huella emocional de padecer una dolencia crĆ³nica que no se puede esconder. La psicĆ³loga cita a los pacientes y empieza a trabajar con ellos, una forma de completar el tratamiento prescrito por el dermatĆ³logo.

Loro, adscrita al servicio de DermatologĆ­a del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid), realiza una evaluaciĆ³n a los pacientes, que consta de preguntas sobre el curso de la enfermedad y un test para detectar sĆ­ntomas de ansiedad y depresiĆ³n. SegĆŗn la encuesta NEXT Psoriasis, elaborada por la asociaciĆ³n de pacientes AcciĆ³n Psoriasis, el 26% de los pacientes de psoriasis sufreĀ ansiedadĀ y el 10%, depresiĆ³n. Un millĆ³n de residentes en EspaƱa sufre psoriasis.

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ā€œUna buena relaciĆ³n de confianza con su mĆ©dico importa mucho. TambiĆ©n que se sientan escuchados y comprendidos. La tranquilidad de encontrar un tratamiento que les funcione disminuye mucho la ansiedadā€, enumera la psicĆ³loga algunos de los factores que contribuyen a reducir el impacto emocional.

En funciĆ³n de la gravedad de la psoriasis y de la repercusiĆ³n psicolĆ³gica que le haya acarreado, Loro ve a los pacientes una o dos veces a la semana o al inicio de un nuevo tratamiento y ya cada tres meses. ā€œDominar la narrativa de la enfermedad es muy importanteā€, asegura.

ā€œNo es lo mismo abordarla desde el victimismo o la sumisiĆ³n que desde la resiliencia. Podemos conseguir que exprima aspectos positivos, que la historia que el paciente se cuente a sĆ­ mismo sea de resistenciaā€, aƱade.

Una fecha seƱalada

En el DĆ­a Mundial de la Psoriasis y la Artritis PsoriĆ”sica, que se celebra este domingo 29 de octubre, se visibilizan las enfermedades y se llevan a cabo campaƱas de concienciaciĆ³n. AcciĆ³n Psoriasis va a publicar un vĆ­deo conmemorativo en sus redes sociales. Durante todo el aƱo organiza talleres para mejorar el aspecto emocional dentro de un programa que han llamado Psoy.

Ir por primera vez a la playa con 50 aƱos

La cĆ”ntabra Carmen GonzĆ”lez, de 52 aƱos, sufre psoriasis desde que era una niƱa. Hace un aƱo y medio ha desarrollado tambiĆ©nĀ artritis psoriĆ”sica,Ā una enfermedad que provoca la inflamaciĆ³n de las articulaciones y que se sufren entre el 10% y el 30% de los pacientes de psoriasis ā€“una comorbilidad, en lenguaje mĆ©dicoā€“. GonzĆ”lez ha acudido en diferentes etapas de su vida al psicĆ³logo, porque la enfermedad le ha afectado mucho.

ā€œMi primer vestido no me lo puse hasta los 40 aƱos y aunque vivo en la costa, hasta el aƱo pasado no habĆ­a ido a la playaā€.

ĀæQuĆ© herramientas te daba la psicĆ³loga?

Aprender a aceptarme. No me aceptaba. Si alguien me miraba, pensaba que se estaba fijando en mis placas.

Un dĆ­a, tras salir de terapia y siguiendo la recomendaciĆ³n de su psicĆ³loga, se puso un vestido, cogiĆ³ un autobĆŗs de Torrelavega, donde vive, a la capital de la regiĆ³n, a Santander, y se mostrĆ³. ā€œSubiĆ³ mi autoestima. Me di cuenta de que la gente no te mira, que va a lo suyoā€, recuerda esta dependienta de una zapaterĆ­a de niƱos. Antes no se atrevĆ­a.

ā€œEl apoyo psicolĆ³gico es muy importante, pero el paso lo tienes que dar tĆŗ. Y saber pedir ayudaā€, aƱade GonzĆ”lez, que tiene un hermano tambiĆ©n conĀ psoriasis.Ā Existe el factor genĆ©tico.

La artritis psoriĆ”sica, otra enfermedad inflamatoria inmunomediada (IMID) como la psoriasis, le ha afectado a un pie. Le cuesta caminar como antes y hay semanas en las que pide reducciĆ³n de jornada en el trabajo.

ā€œMe ha dado un bajĆ³n porque me ha limitado la vida. He vuelto a ir al psicĆ³logoā€, afirma GonzĆ”lez, que tiene dos hijas (24 y 28 aƱos). El tratamiento que le han puesto para la artritis psoriĆ”sica ha hecho que le desaparezcan todas las placas que siempre tuvo en las piernas.

ā€œEl aƱo pasado estuve en Punta Cana y voy a volver otra vezā€, cuenta. Se acabĆ³ buscar destinos de interior para irse de vacaciones, algo que siempre les chocaba a sus hijas.

Si conoces la enfermedad, la combates mejor

GastĆ³n Roustan es el jefe del servicio de DermatologĆ­a del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). Loro, la psicĆ³loga, forma parte de su equipo. Cada tres meses convierten la unidad en una escuela, una iniciativa que requiere implicaciĆ³n, no vale con ir de oyente.

Invitan a grupos de 10 o 15 pacientes a que acudan durante dos o tres jornadas para que aprendan sobre su enfermedad ā€“incluso les hacen un examenā€“. ā€œUn gran Ć©xitoā€, resume Roustan. ā€œComo en otras cosas, son las mujeres las que mĆ”s participanā€, aƱade.

Habilitan un aula, se disponen en cĆ­rculo y escuchan las explicaciones del dermatĆ³logo, del reumatĆ³logo, de la psicĆ³loga, y hablan y comparten su experiencia; fomentan el diĆ”logo entre ellos. El tratamiento es el que cura, pero tambiĆ©nĀ contarĀ y que te cuenten. ā€œEs una escuela de pacientes, de pacientes implicadosā€, define.

GonzĆ”lez estĆ” implicada en su enfermedad, trata de imponerse.Ā CaminaĀ a diario, ā€œsi hoy puedo tres kilĆ³metros pues tres, a veces hago cinco, la psicĆ³loga me dice que lo que puedaā€. No fuma ni bebe. ā€œNo quiero volver a pasarlo tan mal como lo he pasado. Haces todo lo que estĆ© en tu manoā€.

Un estilo de vida saludable es muy recomendable para una enfermedad inflamatoria que puede desencadenar dolencias cardiovasculares. ā€œParece que es solo la piel, pero conlleva mucho mĆ”sā€, afirma esta aficionada al baile. Una cosa es conocer lo que puede suceder y otra, agobiarse. Loro trabaja con los pacientes la forma de combatir el miedo ante el devenir de la enfermedad, ā€œque se sobrepongan a esa sensaciĆ³n, que generen recursos internosā€.

Los pacientes de largo recorrido han sufrido mĆ”s, acarrean mĆ”s estigma, asegura la psicĆ³loga. Aquellos mĆ”s jĆ³venes o que se les ha desarrollado la enfermedad hace poco lo llevan mejor. ā€œHa habido una revoluciĆ³n terapĆ©uticaā€, recuerda Roustan, el dermatĆ³logo.

ā€œEs muy importante que la gente sepa que no es contagiosa porque el conocimiento lleva al estigmaā€, afirma Loro, que les exhorta a adquirir una posiciĆ³n de autoridad con su enfermedad. ā€œEl cambio de rolesā€, define.

El paciente pasa de estar doblegado y estigmatizado a explicar lo que le sucede, se hace con la situaciĆ³n. Y pone como ejemplo el caso de una profesora, que no oculta sus placas en las manos sino que les explica a los alumnos a quĆ© se deben, y estos, que ya lo saben, lo contarĆ”n y se esparce el conocimiento. Y si les pasa a ellos o ven a alguien con psoriasis les comprenderĆ”n y el estigma desaparece y el impacto psicolĆ³gico disminuye. Es un trabajo diario de los especialistas pero tambiĆ©n de la propia sociedad.

Reportaje publicado el 26 de octubre de 2023 en EL PAƍS, de PRISA MEDIA. Lea aquĆ­ el contenido completo. Teleamazonas reproduce este contenido con autorizaciĆ³n de PRISA MEDIA.
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