Ā«Ā”AtenciĆ³n: robot!Ā», advierte un pequeƱo vehĆculo de reparto verde al abrirse paso por una calle de Tokio. ĀæSu destino? Un restaurante de chuletas de cerdo donde debe recoger un pedido realizado a travĆ©s de Uber Eats.
A partir del miĆ©rcoles 06 de marzo de 2024, esta aplicaciĆ³n estadounidense de comida a domicilio ofrecerĆ” un reparto con robots en una pequeƱa zona de la capital de JapĆ³n con la esperanza de extenderlo mĆ”s adelante por el resto del paĆs.
El archipiĆ©lago asiĆ”tico, que se enfrenta a una creciente escasez de mano de obra por el envejecimiento de la poblaciĆ³n, modificĆ³ el aƱo pasado sus leyes de trĆ”fico para permitir la circulaciĆ³n de robots de reparto en sus calles.
Otras empresas, entre ellas Panasonic, tambiĆ©n estĆ”n probando la entrega de mercancĆas a travĆ©s de estas mĆ”quinas.
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Los robots de Uber Eats, desarrollados por Mitsubishi Electric y Cartken, tienen dos grandes luces cuadradas como ojos y disponen de tres ruedas en cada lado para sortear las irregularidades en su ruta, que calculan ellos mismos.
Se mueven a 5,4 kilĆ³metros por hora y disponen de sensores para evitar peatones y otros obstĆ”culos, aunque siempre hay un operador humano preparado para intervenir en caso de que aparezcan problemas.
Por ahora, los usuarios deberƔn bajar a la calle para recibir al robot con su comida, pero en un futuro puede que llegan a la misma puerta de la oficina o del apartamento.
Ā«PodrĆa ser Ćŗtil en un lugar de rascacielos como TokioĀ», afirma Alvin Oo, director de operaciones para Uber Eats en JapĆ³n.
En una demostraciĆ³n el martes, el robot repartidor casi chocĆ³ contra un peatĆ³n, pero tambiĆ©n suscitĆ³ mucha atenciĆ³n.
Ā«Es tan adorable, tan llamativoĀ«, dijo Akemi Hayakawa. Ā«Pensaba que se tropezarĆa con los pies de la gente, pero la gente le cede el pasoĀ«, afirmĆ³ la mujer de 60 aƱos.
Ā«JapĆ³n tiene una poblaciĆ³n envejecida y en declive, con una grave falta de mano de obra. AsĆ que esto es muy buena idea para JapĆ³nĀ«, opinĆ³.