Zlatan Ibrahimovic cumplió 40 años y así lo festejó

Fenómeno rebelde, delantero completo y moderno, amado y odiado por las aficiones, Zlatan Ibrahimovic cumplió 40 años este domingo.

Ibrahimovic está decidido a seguir compitiendo a altos niveles, pese a los problemas físicos que están complicando su arranque de temporada.

El sueco celebró su cumpleaños ultimando su recuperación de un problema en un tendón que le impidió volver a la Champions League. El artillero se perdió los dos primeros duelos en Anfield ante el Liverpool y en San Siro ante el Atlético Madrid. Pero está listo para dar su aporte al Milan en la fase clave de la Copa de Europa, tras el parón de selecciones.

Los 31 trofeos conquistados en su larga carrera no frenaron el hambre ganador del delantero que sigue capacitado para cambiar en la cancha.

Un problema de rodilla, por el que se operó en junio, le obligó a perderse el comienzo de campaña y el sueco solo pudo jugar un partido. Estuvo en el campo 31 minutos con el Lazio y tardó menos de siete para estrenar su cuenta goleadora.

Festejo junto al club

El delantero siempre está en San Siro incluso cuando se encuentra en períodos de baja, para mostrar su cercanía al grupo.

De vuelta a Milán, Ibrahimovic marcó diez goles en sus primeros seis meses y anotó quince el curso pasado. Así devolvió al Milán una clasificación a la Copa de Europa que faltaba desde 2014. Sin embargo, es su liderazgo lo que cambió la cara del Milan.

El equipo tímido, que no lograba expresar su potencial en las citas grandes, y que no conseguía dar continuidad a los resultados dejó espacio a un grupo que en este momento juega con despreocupación, técnica, velocidad, convicción, y presentó su candidatura para pelear hasta el final para el título de la Serie A.

A pocos días de su cumpleaños, Zlatan Ibrahimovic recibió la noticia de su convocatoria por Suecia para los próximos compromisos de clasificación al Mundial.

Pero, claro, tampoco quiso pasar desapercibido con su propio obsequio. Se regaló un vehículo nuevo, de esos que él puede darse el gusto de manejar.

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