Miles de personas abandonaron sus hogares y helicĆ³pteros llevaron suministros a localidades en peligro por la cercanĆa de los incendios el viernes, mientras el calor y el viento amenazaban a comunidades del sureste de Australia ya arrasadas por las llamas.
El peligro se centra en Nueva Gales del Sur y Victoria, los estados mĆ”s poblados del paĆs, donde las temperaturas y la intensidad del viento se incrementaron tras varios dĆas de condiciones relativamente benĆ©volas.
Los bomberos trabajaban durante la noche para evitar que las llamas llegasen a zonas pobladas mientras los feroces vientos dispersaban las llamas en mĆŗltiples direcciones.
El Servicio de Bomberos Rurales de Nueva Gales del Sur advirtiĆ³ que localidades costeras al sur de Sydney, incluyendo Eden, Batemans Bay y Nowra, podrĆan volver a estar en peligro semanas despuĆ©s de que el fuego arrasĆ³ sus viviendas. A primera hora del viernes, los incendios activos en la regiĆ³n estaban controlados, pero un fuerte cambio en la direcciĆ³n del viento previsto para mĆ”s tarde en el dĆa podrĆa reactivarlos, explicĆ³ el comisionado del departamento de bomberos, Shane Fitzsimmons, a reporteros.
La magnitud de los daƱos causados por el fuego no se conocerƔ hasta el sƔbado por la maƱana, dijo la primera ministra del estado, Gladys Berejiklian.
āSabemos que va a ser una noche larga y difĆcilā, afirmĆ³ Berejiklian.
En el vecino estado de Victoria se emitieron Ć³rdenes de evacuaciĆ³n para zonas alpinas, y el primer ministro regional, Daniel Andrews, suplicĆ³ a los residentes que presten atenciĆ³n a las alertas y que eviten confiarse aunque no se reporten nuevos daƱos.
āA pesar de estos incendios sin precedentes, no tenemos desaparecidos, no tenemos mĆ”s fallecidos y no tenemos mĆ”s comunidades aisladasā, dijo Andrews a reporteros. āAhora, todo esto puede cambiar y ese es tal vez el recordatorio mĆ”s poderoso de que debemos seguir vigilantes. Por favor, escuchen las advertencias y hagan lo que se les pida. Si les dicen que abandonen una comunidad, y pueden hacerlo, entonces deberĆan irseā.
La crisis de incendios que afecta al sureste de Australia se ha cobrado al menos 26 vidas desde septiembre, destruyĆ³ 2.000 viviendas y arrasĆ³ una zona equivalente a poco mĆ”s que la superficie de PanamĆ”.
El primer ministro del paĆs, Scott Morrison, dijo que el ejĆ©rcito estĆ” en espera para ayudar a los bomberos y a las agencias de emergencias.
āDi instrucciones muy claras para que estĆ”n listos para moverse y ayudar de inmediatoā, seƱalĆ³ Morrison el viernes.
En las zonas amenazadas por los incendios, las temperaturas rondaban los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) y seguĆa la sequĆa el viernes.
Los incesantes fuegos centraron la atenciĆ³n de muchos australianos en la adaptaciĆ³n del paĆs al cambio climĆ”tico. Morrison enfrentĆ³ a duras crĆticas por minimizar la necesidad de que su gobierno aborde el cambio climĆ”tico, que segĆŗn los expertos ayuda a intensificar los fuegos.
Miles de personas se manifestaron el viernes en ciudades de todo el paĆs para pedir acciones contra el cambio climĆ”tico y la renuncia de Morrison.
El grupo ambientalista WWF-Australia estima que 1.250 millones de animales han muerto por los incendios, ademƔs de las pƩrdidas de ganado, que el gobierno estima que puedan superar los 100.000 animales./ AP