El COVID-19 desenmascara el glamour en Cannes

Para casi todos los que han venido al Festival de Cine de Cannes luego de meses en varias etapas de bloqueo y precauciĆ³n, la transiciĆ³n es vertiginosa.

Incluso en aƱos normales, Cannes es una experiencia abrumadora. Pero esta vez, sumergirse en cines a plena capacidad y alfombras rojas repletas es como entrar en otro mundo. La maƱana despuĆ©s del estreno del documental de Val Kilmer ā€œValā€ en Cannes, su codirector Ting Poo todavĆ­a se tambaleaba.

ā€œAyer fue tan surrealista. El solo ver la pelĆ­cula a sala llena, y aquĆ­ en el festival de cine mĆ”s prestigiosoā€, dijo Poo. ā€œPasar de no estar rodeado de gente a esa experiencia en un dĆ­a fue increĆ­bleā€.

La pandemia dista de ser invisible en Cannes. Todos, incluso los vacunados, deben someterse a una prueba de COVID-19 cada 48 horas, a menos que hayan recibido sus vacunas en la UniĆ³n Europea. Los cinĆ©filos usan mascarillas en espacios cerrados. Todo estĆ” un poco en sordina. Hoteles que por lo general estĆ”n atestados tienen vacantes. Las salas de proyecciones que normalmente dejarĆ­an a cientos haciendo cola afuera no se llenan. A los habituales buscadores de entradas en esmoquin que rezaban por un boleto los han alejado del Palais, el centro del festival, para despejar el espacio.

Pero en lugares como la alfombra roja de Cannes, la vida es casi normal, si ā€œnormalā€ puede aplicarse a un tramo de alfombra donde grupos de estrellas se mueven cada pocas horas como desfiles de carrozas. El glamour se ha quitado la mĆ”scara, quizĆ”s mĆ”s que en cualquier otro momento del Ćŗltimo aƱo y medio de la pandemia.

Durante los primeros dĆ­as de la 74ta ediciĆ³n del Festival de Cine de Cannes ā€” realizada dos meses mĆ”s tarde de lo habitual y despuĆ©s de que la ediciĆ³n del aƱo pasado se cancelara por completo ā€” la alfombra roja luce muy similar a las del pasado. Marion Cotillard, Bella Hadid, Matt Damon, Helen Mirren y Adam Driver la han recorrido, acaso superados, en cuanto a moda, por el traje de Louis Vuitton rosa flamenco de Spike Lee. La mayorĆ­a camina sin tapabocas, ya que la alfombra es al aire libre y la mayorĆ­a de los asistentes estĆ”n vacunados, aunque no se requieren pruebas. Y no hay menos fotĆ³grafos de lo habitual luchando por llamar la atenciĆ³n de las estrellas.

El espectĆ”culo se reanudĆ³ donde se habĆ­a detenido. La naturaleza, incluso la variedad de lentejuelas de Cannes, es curativa.

ā€œEs como un sueƱo extraƱo, como despertar de una siesta de dos aƱos sin hacer nada y de pronto: boomā€, dijo Avshalom Pollak, protagonista de ā€œAhedā€™s Kneeā€ de Nadav Lapid, un apasionado drama israelĆ­ que compite por la Palma de Oro. O. ā€œHay un tipo de sentimiento muy particular porque es como: ĀæHacia dĆ³nde va el mundo? ĀæEstĆ” reiniciando? ĀæEstĆ” cambiando? ĀæQuĆ© estĆ” pasando aquĆ­?ā€

Francia acaba de mitigar las restricciones de COVID-19 y reabrir los viajes internacionales. Aproximadamente la mitad de los franceses han recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que el 38% estƔn completamente vacunados. Pero la variante delta ha incrementado un poco las infecciones recientemente, avivando los temores de un resurgimiento. El viernes, el ministro de Salud francƩs, Olivier VƩran, dijo que la variante delta probablemente se convertirƔ en la cepa dominante de Francia este fin de semana.

Eso, junto con las imĆ”genes de los asistentes sin mascarilla en los estrenos, ha impulsado al festival a incrementar los recordatorios sobre el uso de cubrebocas antes de cada funciĆ³n. En los hoteles a lo largo de la Croisette, publicistas y ejecutivos del cine han trasladado sus sillas a los balcones al aire libre al reducirse las fiestas junto a la playa. El alcalde de Cannes, David Lisnard, incluso ha empleado a un par de perros rastreadores de COVID-19 para ayudar con la detecciĆ³n.

Antes del festival, su director Thierry FrĆ©maux dijo que este aƱo las cenas serĆ­an mĆ”s favorecidas que los cĆ³cteles. En la Riviera francesa baƱada por el sol, la mayorĆ­a de los restaurantes ocupan las aceras. Una concesiĆ³n importante: FrĆ©maux no saluda con un beso a los invitados en lo alto de las escaleras del Palais, aunque ha habido algunos besuqueos pĆ­caros.

ā€œLa pandemia no ha sido vencidaā€, dijo FrĆ©maux el martes. ā€œAsĆ­ que todos tenemos que tener cuidado, a pesar de que la mayorĆ­a de los asistentes al festival estĆ”n vacunadosā€.

Pero dado que hay tanta variaciĆ³n de paĆ­s a paĆ­s en la prueba de vacunaciĆ³n (Estados Unidos, por ejemplo, no tiene un pasaporte oficial de vacuna), el festival requiere que la mayorĆ­a se someta a la prueba cada dos dĆ­as. El chiste es que este aƱo una prueba negativa es el boleto mĆ”s codiciado en Cannes. Y aunque al principio algunos se quejaron del proceso poco elegante de retirarse a un cubĆ­culo para llenar un tubo con saliva, el laboratorio en una tienda de campaƱa justo al final de la calle del Palais pasĆ³ a ser una parada habitual para los asistentes al festival al igual que el bar de Nespresso en el Palais, sĆ³lo que menos refrescante.

El sitio de pruebas especialmente construido cuenta con 60 estudiantes de la facultad de medicina. El director del laboratorio, Guillaume Armana, dijo el viernes que estaban realizando hasta 4.000 pruebas diarias.

ā€œEstamos trabajando con el festival y la agencia regionalā€, dijo Armana, quien indicĆ³ que cualquier prueba positiva serĆ­a confidencial. ā€œPor ahora tenemos tal vez 10.000 personas a las que hacer pruebas y todo estĆ” bajo control. Es la mejor manera de hacer un festival de nuevo aquĆ­ en Cannes y permitir que la gente tenga una nueva vidaā€.