El papa Francisco animĆ³ hoy a los sacerdotes para que Ā«tengan la valentĆaĀ» de salir al encuentro de los enfermos de coronavirus, asĆ como asistir a los especialistas que enfrentan esta epidemia, especialmente dura en Italia.
Ā«Seguimos rezando juntos por los enfermos, por los operadores sanitarios, por tanta gente que sufre esta epidemiaĀ», empezĆ³ el papa su misa matutina en su residencia privada, Casa Santa Marta, ahora por primera vez retransmitida.
Y continuĆ³: Ā«Recemos al SeƱor tambiĆ©n por nuestros sacerdotes, para que tengan el coraje de salir e ir hacia los enfermos, llevando la fuerza de la palabra de Dios y la EucaristĆa, y acompaƱar a los operadores sanitarios y a los voluntarios en este trabajo que estĆ”n desempeƱandoĀ».
La misa matutina en Santa Marta es una de las novedades del pontificado de Francisco, a ellas solo acude un pequeƱo grupo de fieles, la Santa Sede no distribuye sus homilĆas y rara vez muestra imĆ”genes de su celebraciĆ³n.
Sin embargo esta semana se retransmite porque Francisco quiere mostrar su cercanĆa a las personas que estĆ”n en cuarentena por el brote de coronavirus en Italia, que ya casi 7.000 enfermos y 463 muertes, especialmente en el norte del paĆs.
En el Vaticano, donde se ha detectado un contagiado, se estĆ”n implementando las medidas de seguridad para contener la epidemia y el papa, por ejemplo, hace que en sus reuniones sus participantes guarden al menos un metro de separaciĆ³n entre si.
El Gobierno de Italia ademĆ”s ha suspendido hasta el prĆ³ximo 3 de abril todas las ceremonias religiosas, incluidos los funerales, en todo el paĆs para evitar aglomeraciones y contagios.
Hoy tanto la basĆlica del Vaticano como la plaza de San Pedro permanecen cerradas a los turistas y completamente desiertas, y quienes querĆan pasar, como trabajadores, debĆan especificar el motivo a unos policĆas que custodiaban el Ć”rea.
Francisco ademĆ”s estĆ” limitando sus contactos con los fieles y el pasado domingo por primera vez rezĆ³ el Ćngelus en Ā«streamingĀ», a travĆ©s de una pantalla desde su biblioteca, y no desde la ventana del Palacio ApostĆ³lico para no provocar concentraciones.
Lo mismo harƔ maƱana con la audiencia general de los miƩrcoles, que serƔ presidida desde el interior del Vaticano aunque podrƔ verse en pantallas en la plaza de San Pedro, pero sin sillas. EFE