El pueblo de Colombia que se mantiene libre de COVID-19

Cuando un cliente entra a su ferretería Nélson Ávila le pide que use tapabocas, se limpie las manos y luego desinfecta con alcohol los billetes y monedas que recibe para evitar contagiarse de COVID-19.

“Los pongo a secar en una cajita, porque son los que pueden estar más contaminados, pasan de mano en mano y aquí nos cuidamos mucho”, dijo el comerciante de 49 años a The Associated Press.

Nélson vive en Campohermoso, ubicado en el departamento de Boyacá y uno de los dos municipios de Colombia libres de COVID-19. Según sus habitantes y autoridades, esto se logró gracias a la disciplina en el seguimiento de las medidas de bioseguridad, las campañas de prevención y su ubicación geográfica, a 143 kilómetros de Bogotá.

Campohermoso es un pueblo pequeño de sólo siete avenidas y seis calles en el casco urbano y no más de 3.400 habitantes, en su mayoría rurales, que trabajan en la ganadería y la agricultura y el cultivo de cacao y café.

Al inicios del siglo XX padecieron el conflicto armado entre grupos paramilitares y guerrilleros, recordó el alcalde Jaime Rodríguez Romero. Sin embargo, desde hace más de una década la violencia acabó y sus habitantes viven de manera tranquila y sencilla.

En Colombia la presencia de grupos armados ha puesto en riesgo a la población y dificultado el autocuidado en la pandemia. Según la Defensoría del Pueblo en 2020 fueron desplazadas y confinadas 28.500 personas en todo el país.

Después de un año de pandemia, la mayoría de los habitantes de Campohermoso utilizan tapabocas y evitan las aglomeraciones pese a no tener casos de COVID-19. Así han logrado reactivar su economía y abrir las puertas de uno de sus colegios para recibir a la mitad de los alumnos de manera presencial, rotando los grupos, mientras los demás estudian virtualmente. Los hogares geriátricos son los únicos que aún están en confinamiento.

“La densidad poblacional es baja. Es un municipio que está un poco alejado del centro del departamento y no tiene contacto tan estrecho con ciudades capitales donde hay más contagios”, indicó a AP Jairo Mauricio Santoyo, secretario de Salud de Boyacá.

El alcalde de Campohermoso cree que la clave para mantener al pueblo libre de COVID-19 ha sido la pedagogía constante por medio de mensajes a través de megáfonos, tres veces al día, y en la emisora comunitaria del pueblo. La alcaldía regaló 1.000 radios en la zona rural al identificar que había familias que no tenían una y así garantizar que a todos les llegara el mensaje.

“Nos unimos todos en el pueblo: el centro de salud, la policía, la Iglesia y la alcaldía para hablar en la emisora local. Sirvió mucho mostrarles las estadísticas a nivel nacional y mundial sobre el número de enfermos y muertos. Les decía: esto no es responsabilidad mía como alcalde, ni del padre, sino de ustedes. Ese traslado de responsabilidad hizo que la gente pensara que tenían que cuidarse”, contó Rodríguez a AP.

Desde la emisora local diseñaron un programa llamado Héroes en Casa, que trata sobre la pandemia y está dirigido a niños y niñas, contó el locutor de la emisora Cristian Sánchez Dueñas, de 24 años, quien todos cada jornada recuerda las medidas de bioseguridad, especialmente en los días del mercado cuando las personas de la zona rural visitan el casco urbano para comprar y vender productos de primera necesidad.

El ingreso al pueblo no se restringió ni los vehículos fueron desinfectados, como en otras partes del país. Sin embargo, los foráneos debían estar en cuarentena y recibían una llamada diaria de una enfermera para verificar su estado de salud.

“Llegamos en un momento a tener aisladas a 60 familias. Hubo muchos sospechosos, se les hicieron las pruebas y salieron negativas”, dijo el alcalde, quien fue diagnosticado con COVID-19 durante un viaje que hizo a Bogotá. No obstante, se recuperó antes de volver para evitar contagiar a las demás personas.

El sacerdote católico del pueblo, por su parte, aseguró que la comunidad se ha comprometido espiritualmente mediante oraciones constantes. “Sobre todo hemos orado a San Roque. Es el patrono de esta parroquia y el protector de los enfermos y las epidemias. Yo lo asocio también a las pandemias… realmente es el santo del COVID en Boyacá”, dijo el párroco Camilo Antonio Monroy.

En Colombia la pandemia se ha cobrado hasta ahora la vida de más de 62.000 personas y se han confirmado 2,3 millones de casos, según el Centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.

De acuerdo con el Ministerio de Salud, en enero había 18 municipios libres de COVID-19. Sin embargo actualmente sólo hay dos, Campohermoso y San Juanito, ubicado en el departamento de Meta, al este del país.

Colombia superó el miércoles el millón de vacunas suministradas a sus habitantes y restan por aplicarse 60 millones de dosis para cumplir la meta que se trazó el gobierno de inmunizar al 70 % de su población con las vacunas de Pfizer, Sinovac -que ya llegaron al país- y las de Moderna, AstraZeneca y Janssen.

Al inicio de la pandemia, un pequeño pueblo italiano logró vencer al COVID-19, al menos por una semanas.