Mata a un anciano y dos niños en las afueras de Roma y después se suicida

Un anciano y dos hermanos, de 3 y 8 años, han muerto cuando una persona les ha disparado en la localidad de Ardea, en las afueras de Roma, y después se ha suicidado en la casa en la que se había atrincherado.

Según una primera reconstrucción, la persona que disparó huyó inmediatamente y se atrincheró en una casa donde después de algunas horas irrumpieron los Carabineros y se encontraron con que se había suicidado.

Se trata de un joven residente de la zona, de 34 años, que ya había molestado a algunos vecinos en el pasado y que tiene problemas psíquicos, según los medios italianos.

Hasta el momento, se desconoce lo motivos por los que el joven disparó hasta cinco tiros contra el anciano y los dos niños que se encontraban en un parque público en la localidad de Ardea, a unos 35 kilómetros al sur de Roma.

TRAGEDIA EN ARDEA

A pesar de que un helicóptero y dos ambulancias acudieron inmediatamente alertados por los vecinos, el anciano y uno de los dos niños, de 3 y 8 años, murieron en el acto; mientras que el otro menor fue trasladado a un hospital pero sus condiciones eran muy graves y murió poco después.

“Acabo de regresar del lugar donde ocurrió el incidente, la parte alta de Colle Romito, un barrio residencial. Los presentes y la policía nos dicen que alguien escuchó los disparos, la persona que pudo haber disparado ya está identificada, parece ser una persona inestable que ya había manifestado un comportamiento hostil. Se piensa que todo sucedió por algo banal. Pero aún no sabemos nada preciso ”, dijo a la agencia AGI, Mario Savarese, alcalde de Ardea.

Según algunos testigos, el joven llegó a la zona y comenzó a disparar sin ningún motivo al anciano y los tiros alcanzaron a los niños que se encontraban jugando frente a su casa.

«Escuché cuatro disparos y miré por la ventana. Vi a los niños en el suelo, luego a un anciano que llegaba en bicicleta. El atacante le disparó dos tiros más y luego se fue, hacia su casa», explicó uno de los vecinos de la urbanización.

EFE