¿De qué murió Ian Wilmut, ‘padre’ de la oveja Dolly?

El científico británico Ian Wilmut, ‘padre’ de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de células adultas, falleció a los 79 años. El mundo científico lamentó su muerte a través de diversas publicaciones para recordar su legado.

La Universidad de Edimburgo en Escocia confirmó este lunes 12 de septiembre del 2023 la lamentable noticia. Además, pidió respeto a la privacidad de su familia, sin especificar detalles. Sin embargo, medios internacionales informaron que Wilmut falleció por complicaciones de la enfermedad de parkinson, que enfrentó desde hace varios años.

El científico se había retirado del mundo académico en 2012 y seis años después hizo público que padecía parkinson. Durante una entrevista había señalado que pese a que su trabajo con Dolly aceleraría el hallazgo de tratamientos para este tipo de enfermedades era probable que muchas personas como él fallecieran.

«Fue un titán y su trabajo transformó el pensamiento científico de su tiempo. El impacto de su trabajo permanecerá durante generaciones. Fue un científico enormemente respetado, un mentor y un amigo», afirmó Peter Mathieson, director y vicerrector de la Universidad de Edimburgo.

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El trabajo de Wilmut «tuvo un alcance global», afirmó Bruce Whitelaw, director de la institución escocesa en la que se llevó a cabo el avance, que recalcó que su legado continúa inspirando numerosos descubrimientos en «la investigación de la biología humana y animal».

Clonación de Dolly

El biólogo y su equipo idearon la técnica pionera que llevó al nacimiento de la famosa oveja, el 5 de julio de 1996, y revolucionó el campo de la clonación genética.

La célebre Dolly, que debe su nombre a la cantante estadounidense Dolly Parton, cobró vida a partir de una célula de la glándula mamaria de una oveja Dorset Finn. Su existencia se mantuvo en secreto hasta principios de 1997.

Hasta entonces, la comunidad científica pensaba que las células adultas especializadas solo contenían información para llevar a cabo su función particular y se consideraba imposible que pudieran dar lugar a un animal completo.

El equipo de Wilmut logró, sin embargo, iniciar una nueva vida a partir de una de esas células adultas y un óvulo que desarrollaron en un tubo de ensayo durante seis días, antes de transferirlos a una madre subrogada.

Para obtener ese resultado, Wilmut lideró un amplio equipo con científicos de diversos campos, incluida la embriología, cirujanos, veterinarios y especialistas en ganadería.

Dolly tuvo diversas crías, entre 1998 y 2000, y disfrutó de una «calidad de vida normal», según indica Roslin Institute, hasta febrero de 2003. En ese año descubrieron varios tumores en sus pulmones y se decidió aplicarle la eutanasia para evitarle sufrimientos.

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