El hotel Santa Marta del Vaticano fue construido para aislar a los cardenales durante las elecciones del nuevo papa. Ahora estĆ” aislando a los que pronto serĆ”n los futuros cardenales, que llegaron a la ciudad para la ceremonia de este sĆ”bado en la que obtendrĆ”n sus sombreros rojos o capelos cardenalicios: un puƱado estĆ” en cuarentena preventiva por el coronavirus, confinados en sus habitaciones por Ć³rdenes del Vaticano y recibiendo comida en sus puertas.
Las cuarentenas de 10 dĆas, con pruebas de COVID-19 al inicio y al final, son apenas un ejemplo de cĆ³mo la ceremonia del sĆ”bado āen la que serĆ”n elevados como nuevos cardenalesā no se parece a nada que la Santa Sede haya visto nunca.
āĀ”Me dijeron que serĆa asĆ, pero no pensĆ© que fuera tan estricto!ā, dijo sorprendido al futuro cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, arzobispo retirado de Chiapas, MĆ©xico.
Durante una llamada de Zoom con The Associated Press desde su habitaciĆ³n de hotel, Esquivel dijo que creĆa que podrĆa haber algunas excepciones al encierro para los nuevos cardenales. āĀ”No! AquĆ no importa si eres cardenal o papa. El virus no respeta a nadieā, afirmĆ³.
El papa Francisco elevarƔ el sƔbado a 13 clƩrigos al Colegio de Cardenales, el grupo de Ʃlite de eclesiƔsticos vestidos de rojo cuya tarea principal es elegir un nuevo papa.
Es la sĆ©ptima vez que Francisco nombra a un nuevo grupo de cardenales desde su elecciĆ³n en 2013, y su impronta estĆ” desplazando cada vez mĆ”s el equilibrio de poder, desde Europa hacia el mundo en desarrollo.
El Vaticano ha dicho que dos nuevos cardenales no irƔn a Roma para la ceremonia, conocida como consistorio, debido al COVID-19 y preocupaciones de viaje: el embajador del Vaticano en BrunƩi, el cardenal designado Cornelius Sim, y el arzobispo de Capiz, Filipinas, el cardenal designado JosƩ Advincula.
El Vaticano estƔ haciendo arreglos para que ellos, y cualquiera de los cardenales que no pueda asistir, participen en la ceremonia de forma remota desde sus hogares. RecibirƔn sus sombreros de tres puntas de un embajador del Vaticano u otro enviado.
AP