Imagine que por alguna razón su cuerpo no puede cumplir con una función tan básica como eliminar los desechos de manera natural e ir al baño no es una opción en su día a día. La ostomía es una intervención quirúrgica que crea una abertura artificial en el cuerpo para desviar el flujo de orina o heces, cuando los órganos afectados no pueden desempeñar esta función. Esta operación es necesaria en una variedad de problemas médicos. Si bien la ostomía es un procedimiento que salva vidas, quienes la padecen a menudo enfrentan no solo desafíos físicos, sino también sociales y emocionales. Es un procedimiento visible que muchas veces provoca vergüenza, ansiedad y una sensación de pérdida de control sobre el propio cuerpo. Esto puede llevar a los pacientes a aislarse socialmente. En Ecuador, un grupo de pacientes ostomizados de diferentes edades se han unido para combatir los desafíos a los que se enfrentan. Principalmente, luchan contra la falta de información y visibilidad sobre su condición, lo que refuerza los prejuicios y estigmas en entornos laborales y sociales. Estas iniciativas están desmitificando la ostomía, reduciendo el aislamiento, creando un ambiente más inclusivo y ofreciéndoles una red de apoyo.