¿Por qué tendemos a engordar más a partir de los 40 años?

De repente, desde que cumpliste 40 años de edad, los jeans ya no te quedan, las camisetas se han ido estirando poco a poco y te sientes más pesado que cuando estabas en tus 39. Por supuesto, te empiezas a preguntar que le sucede a tu cuerpo si estas comiendo lo mismo y haces igual o más cantidad de ejercicio que en tus años ‘mosos’.

¿Cómo se puede explicar este fenómeno?

Para empezar a explicar este fenómeno, hay que saber que la inclinación a subir de talla «se debe a una serie de cambios en el metabolismo energético, hormonales y en la composición corporal», detalla la coordinadora del grupo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), Nuria Vilarrasa.

Por una parte, la subida de kilos a cierta edad está relacionada, con la energía que ingresamos con la comida y la que empleamos en digerirla. Por otro lado, está la que gastamos en perpetuar funciones corporales como respirar, mantener el corazón bombeando sangre y la temperatura corporal en sus niveles óptimos, lo que se conoce como metabolismo basal.

Las estimaciones indican que el cuerpo utiliza alrededor del 10% de la energía para digerir la comida, y entre el 25% y el 33% sirve de combustible para la actividad física. Sin embargo, la mayor parte de esta energía se utiliza en alimentar funciones corporales de las que generalmente no somos conscientes. Entre el 55% y el 65% de la energía que gastamos cada jornada se emplea en procesos que tienen lugar en el más absoluto de los reposos.

En este caso, la especialista de la SEEN explica que:

El gasto energético en reposo disminuye aproximadamente un 5% por década y este descenso puede doblarse a partir de los 50 años.

La traducción es que si ya has pasado de los 40, una chica o un chico de 16 años consumen del 15% al 20% más de calorías cuando duermen que tú en las mismas circunstancias, y la diferencia solo se incrementará a partir de entonces. También quiere decir que «si la ingesta y actividad se mantienen constantes, el organismo tiende a ganar peso».

¿Más y más posibles razones?

Otra de las razones que hacen que sea tan difícil mantener la talla es que con la edad disminuye la masa muscular (o masa magra) y aumenta la grasa, por lo que se vuelve lógico que cada vez se quemen menos calorías y más energía se almacene en forma de grasa.

Uno de los beneficios que hay que saber utilizarlos a los 40, según apunta el nutricionista Ramón de Cangas, es que existe una pérdida de apetito:

A partir de los 40 hay un descenso de apetito debido a que el organismo requiere menos energía, al perder masa muscular y necesitar menos calorías. También es bueno prestar atención a lo que sucede de noche. Otra cosa que pasa con los años es que se duerme menos, y eso significa que el cuerpo consume más calorías.

Por todo esto, Nuria Vilarrasa recomienda que se deben generar hábitos alimenticios saludables e ir aumentando el ciudadano en nuestro cuerpo humano:

Esto implica que las personas de más edad deben realizar actividad física de manera regular y, sobre todo, evitar el sedentarismo para mantener su peso corporal. Los ejercicios de resistencia o fuerza ayudan a mejorar la masa muscular y, por tanto, el gasto energético basal. Algunos estudios han mostrado un incremento de alrededor del 7% con programas semanales de ejercicio de resistencia o fuerza.

Fuente: El País (España)