ANDI, el robot que suda y muestra el impacto de los golpes de calor en humanos

ĀæQuĆ© ocurre en el cuerpo humano durante un golpe de calor? ĀæCĆ³mo los humanos pueden protegerse con el aumento de las temperaturas? Investigadores en Estados Unidos diseƱaron un robot que puede respirar, tiritar y sudar para responder a estas y otras preguntas calientes.

A diferencia de los humanos, ANDI (acrĆ³nimo en inglĆ©s de instrumento dinĆ”mico avanzado Newton) puede, sin problemas, permanecer horas bajo el abrasador sol de Phoenix, incluso cuando el termĆ³metro raya los 47ĀŗC.

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Esto ayuda a un equipo de cientĆ­ficos de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) a estudiar el impacto de las altas temperaturas en los humanos.

Ā«Se trata del primer maniquĆ­ tĆ©rmico del mundo que podemos llevar afuera de forma regular durante altas temperaturas para medir la cantidad de calor que recibe del ambienteĀ», explicĆ³ a AFP el profesor de ingenierĆ­a mecĆ”nica de la ASU Konrad Rykaczewski.

El maniquĆ­, que parece un Ɠscar ambulante o un C3PO menos detallado, es Ā«una forma muy realista de medir (ā€¦) la reacciĆ³n de un ser humano ante condiciones climĆ”ticas extremasĀ».

La piel de ANDI es de fibra de carbono y resina epoxi, y debajo de ella se extiende una red de sensores interconectados que miden el calor del cuerpo.

ANDI tambiĆ©n cuenta con un sistema de refrigeraciĆ³n interna y poros que le permiten respirar y transpirar a travĆ©s de unos orificios distribuidos sobre su cuerpo.

Todo ello gestionado a travƩs de 35 zonas tƩrmicas independientes, para que pueda distribuir su sudor como los humanos.

Los cientƭficos explicaron que aunque algunos pocos robots similares, ANDI es el primero en salir de las cƔmaras tƩcnicas al mundo real y sufrir las consecuencias del aumento de temperatura al igual que los humanos.

Prepararse para el futuro

De esta forma, ANDI es una herramienta importante para estudiar la hipertermia, aumento de la temperatura corporal fuera de los parƔmetros estƔndares, algo que interesa a los cientƭficos debido al aumento de las temperaturas extremas consecuencia del cambio climƔtico.

El robot podrĆ­a ser programado con diferentes caracterĆ­sticas Ā«para estudiar distintos segmentos de la poblaciĆ³nĀ», explicĆ³ Jennifer Vanos, climatĆ³loga del proyecto. Simulando Ā«personas mĆ”s jĆ³venes, viejas, con condiciones mĆ©dicas o bajo medicaciĆ³n, alguien mĆ”s o menos saludableĀ», agregĆ³.

Ā«Nadie mide el aumento de la temperatura mientras una persona estĆ” sufriendo un golpe de calorĀ» por razones Ć©ticas, dijo Rykaczewski. Pero con el robot, los cientĆ­ficos pueden hacerlo sin poner vidas en riesgo.

Experiencia en el exterior

ANDI saliĆ³ al mundo exterior en medio de la actual ola de calor en Phoenix junto a Marty, una estaciĆ³n meteorolĆ³gica mĆ³vil que mide el calor reflejado por los edificios que lo rodean.

La capital de Arizona atraviesa la ola de calor mĆ”s larga de su historia: los termĆ³metros, que ya alcanzaron los 47ĀŗC, superaron los 43ĀŗC este viernes por vigesimosegundo dĆ­a consecutivo.

La ciudad del desƩrtico suroeste de Estados Unidos es un laboratorio ideal para prepararse para el futuro, creen los cientƭficos.

Ā«Si el futuro de ParĆ­s se parece al de Phoenix hoy, podemos aprender mucho sobre la forma en que diseƱamos los edificiosĀ», dijo Rykaczewski.

Ā«ĀæCĆ³mo podemos cambiarlos? ĀæCambiar lo que vestimos? ĀæCambiar nuestro comportamiento y adaptarlo a estas temperaturas?Ā».

AsĆ­, los cientĆ­ficos esperan que los resultados de las investigaciones realizadas con ANDI sirvan para crear ropa resistente al calor, replantear el urbanismo y diseƱar polĆ­ticas pĆŗblicas.

Ā«ĀæCuĆ”nto tiempo tendrĆ­a una persona que refrescarse en un refugio para que su temperatura corporal baje a un nivel considerado seguro?

Podremos responder a esta pregunta con ANDIĀ», explicĆ³ Vanos refiriĆ©ndose al desafĆ­o que enfrenta Phoenix cada verano para proteger de lasaltas temperaturas a la poblaciĆ³n en situaciĆ³n de calle.
Pero tambiƩn podrƭan contribuir a mejorar las condiciones laborales.

Ā«PodrĆ­amos desarrollar sensores econĆ³micos para distribuirlos en estaciones de trabajo donde las personas estĆ”n expuestas al calor para decidir si es hora de parar o continuarĀ», dijo Rykaczewski.

Para el cientĆ­fico esto podrĆ­a ser un avance para garantizar mayor seguridad a los trabajadores que las recomendaciones guiadas por condiciones meteorolĆ³gicas generales. (AFP)

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