No existen reportes oficiales de consecuencias adversas graves por la aplicación de las vacunas contra el covid-19. Pese a ello, en zonas urbanas y sobre todo rurales, existe alta desinformación al respecto. Situación que refleja una falta de estrategia de comunicación por parte del Gobierno.
El ausentismo preocupa en puntos de vacunación urbanos y en zonas rurales. En el centro de vacunación Salango son poco los que está dispuesto a vacunarse contra el covid-19 y muchos los que no quieren inmunizarse.
El alcalde de Puerto López, Xavier Pincay, está preocupado. «Lamentablemente los rumos o la desinformación hacen daño (…) El resultado es que si hay una fuerte resietencia para vacunarse. El porcentaje de la población vacunada es del 12%.», señala.
En los cinco meses, desde que inicició la vacunación contra el covid-19 en Ecuador, no ha existido ningún reporte de muerte a causa de la vacuna. No obstante, personas que ya se encuentran vacunadas dan su testimonio, aseguran sentirse muy bien y más tranquilos.
Jorge Ycaza, de 65 años, se vacunó con el inmunizante de Sinovac hace tres meses y asegura sentirse bien y más protegido a pesar de cumplir a diario todas las medidas de bioseguridad. «La peor vacuna es la que uno no se pone», añadió.
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