Traficantes abandonan a migrantes ecuatorianos en el Caribe de Panamá

51 migrantes irregulares venezolanos y ecuatorianos, de ellos 14 menores de edad, fueron abandonados por traficantes cuando huían de las autoridades que los interceptaron en un sector del Caribe de Panamá.

Los migrantes, 46 nacionales de Venezuela y 5 de Ecuador, eran transportados en una lancha rápida que fue avistada por una patrulla del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en el litoral Caribe de la comarca indígena Guna Yala, fronteriza con Colombia, el 26 de agosto del 2023.

El capitán Carlos Reyes, ejecutivo del Tercer Batallón Puerto Obaldía del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), explicó que los agentes policiales hicieron «señales de alto» a la lancha pero esta se dio «a la fuga encallando en una playa».

«Los ciudadanos (en un número no precisado) que operaban esa lancha lograron internarse en la selva. Las autoridades los buscan en su empeño por «contrarrestar el crimen organizado en su modalidad de tráfico ilícito de migrantes», afirmó Reyes.

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De acuerdo con la información oficial, 10 de los migrantes abandonados recibieron atención médica porque resultaron con «heridas leves» al momento de que la lancha encalló en la playa, situada en el corregimiento de Tubualá.

En este mismo lugar, el Senafront rescató el pasado 19 de agosto a 29 ciudadanos chinos y 10 venezolanos. A ellos los transportaba un hombre de nacionalidad colombiana, quien está aprehendido, según la información oficial.

Ruta clave de la migración

Panamá es la puerta de entrada a Centroamérica por donde están transitando miles de viajeros irregulares procedentes del sur del continente y que se dirigen a Norteamérica. Esto por causa de en una crisis migratoria y humanitaria sin precedentes en la región.

Se trata de personas de países de casi todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años son en su gran mayoría venezolanos, seguidos de haitianos y ecuatorianos.

En lo que va de este año han llegado a Panamá, tras cruzar la peligrosa jungla del Darién, fronteriza con Colombia, más de 308 000 migrantes. El 20 % de ellos menores de edad, de acuerdo con los datos de las autoridades panameñas.

En un operativo único en el continente, este éxodo es recibido en Panamá en estaciones migratorias donde hay presencia de una docena de organismos internacionales y se ofrece asistencia médica. También se han establecido puntos de alimentación a los viajeros, que soportan la rudeza de la selva y enfrentan incluso la violencia de grupos criminales.

Panamá ha dicho que este fenómeno migratorio es un tema humanitario pero también de seguridad nacional. Por ello, ha acusado a los países del sur de América de dar la espalda al problema. EFE

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