Actualizado 12:27
Redacción Día a Día |
El oficio de alpargatero no es solo un trabajo: es un arte que se transmite de generación en generación. Es manualidad, es esfuerzo, es historia viva. Desde las manos curtidas de artesanos que aún moldean alpargatas como sus abuelos, hasta los nuevos alpargateros que fusionan técnicas ancestrales con innovación. El oficio de alpargatero se basa en la destreza manual, donde cada pieza se crea a mano, desde el trenzado de las suelas hasta la confección de la parte superior. Este proceso requiere habilidad, paciencia y una atención meticulosa a los detalles.
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La tradición del alpargatero se pasa de padres a hijos. Es un oficio que se hereda, donde el conocimiento se transmite de forma práctica. Los alpargateros siguen utilizando materiales naturales como el algodón, la cabuya, el yute o el cáñamo. Estos materiales no solo son duraderos, sino que también reflejan una conexión profunda con el entorno local.
Aunque el oficio es tradicional, muchos alpargateros contemporáneos se han atrevido a innovar, incorporando nuevos diseños, colores y materiales para adaptarse a las demandas del mercado moderno. Esta capacidad de reinvención es clave para que el oficio siga vivo en un mundo en el que el comprar y desechar se ha vuelto tan común.
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— @DíaaDíaec (@DiaaDiaEc) April 11, 2025