Centro de Buenos Aires agoniza por pandemia de coronavirus

En el bar de la esquina donde los ejecutivos se mezclaban con sus empleados para tomar una cerveza tras la jornada laboral, las telas de araƱa tomaron las ventanas y el polvo se acumula en la barra.

El restaurante en el que los turistas hacĆ­an fila para saborear el tĆ­pico bife de chorizo cerrĆ³ y fue tapiado con ladrillos para evitar el ingreso de usurpadores.

Una tradicional cafeterƭa del siglo XIX, que tuvo entre sus habituƩ a Carlos Gardel, agoniza por la falta de clientes.

Un paisaje desolador

El antes frenƩtico y anƔrquico centro de Buenos Aires, sede de edificios gubernamentales, grandes compaƱƭas, tiendas y atractivos turƭsticos, se ha transformado en un paisaje desolador por la falta de turistas tras el cierre de fronteras y el teletrabajo impuestos en Argentina hace un aƱo para frenar el avance del coronavirus.

En las calles cƩntricas que rodean rascacielos semivacƭos, se multiplican los carteles de alquiler de comercios.

La pandemia se devorĆ³ populares bares y restaurantes, tiendas de ropa y librerĆ­as, muchos de los cuales habĆ­an sobrevivido a las repetidas crisis econĆ³micas del paĆ­s sudamericano.

SegĆŗn un informe de la CĆ”mara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), el nĆŗmero de locales vacĆ­os en las principales Ć”reas comerciales de Buenos Aires registrĆ³ una suba del 31% en febrero respecto al mismo mes de 2020.

Una de las zonas mĆ”s afectadas es la cĆ©ntrica peatonal Florida, en la que la disponibilidad aumentĆ³ 200%.

LiquidaciĆ³n de negocios

DespuĆ©s de 60 aƱos de vestir a ejecutivos, banqueros, turistas y dos presidentes -RaĆŗl AlfonsĆ­n (1983-1989) y Carlos Menem (1989-1999)- la sastrerĆ­a OlazĆ”bal colgĆ³ en su vidriera el cartel ā€œliquidaciĆ³n total por cierreā€.

ā€œDecidimos cerrar por todo lo que estĆ” pasando. No hay turismo, no hay oficinistasā€, admitiĆ³ resignada Andrea Perelmuter, a cargo del negocio familiar desde que su padre Mauricio, un sastre de 88 aƱos, contrajo COVID y nunca volviĆ³.

ā€œĆ‰l ha pasado de todo y siempre saliĆ³ adelante pero ahora se trabaja, se trabaja y no hay retorno (de dinero)ā€, lamentĆ³ la mujer, quien le pondrĆ” candado al negocio cuando se desprenda ā€œa precio de gangaā€ de camisas y corbatas.

El colapso sanitario

Argentina evitĆ³ el colapso sanitario gracias a una estricta cuarentena que impuso en marzo pasado y fue flexibilizando por distritos a partir de mitad de aƱo.

Sin embargo, profundizĆ³ la recesiĆ³n econĆ³mica que arrastraba de aƱos anteriores con mayor derrumbe del consumo y pĆ©rdida de miles de puestos de trabajo.

La tradicional cafeterƭa Tortoni, fundada en 1858 sobre la avenida de Mayo, tiene apenas un puƱado de mesas ocupadas.

De la mezcla de idiomas de los turistas que la visitaban ahora se impone el acento porteƱo de unos pocos clientes que se toman un cafƩ.

Depender de los turistas

ā€œNosotros dependemos de los turistas. Lo Ćŗnico que nos va a relanzar es el turismo. Mientras tanto, estamos trabajando a pĆ©rdida. Estamos con nĆŗmeros rojosā€, reconociĆ³ Miguel GonzĆ”lez, encargado del negocio que tuvo entre sus habituĆ© a Carlos Gardel y el escritor Jorge Luis Borges.

La facturaciĆ³n del Tortoni se derrumbĆ³ 80% por la pandemia.

En el estado actual ā€œtenemos una solidez para aguantarnos tres o cuatro meses mĆ”s a pĆ©rdidaā€, indicĆ³.

ā€œEn esta zona todos estĆ”n sobreviviendo, no hay un pĆŗblico para sostener una ecuaciĆ³n de equilibrio y rentabilidadā€.

La lenta vacunaciĆ³n y la apariciĆ³n de nuevas variantes de coronavirus que mantienen vigente la prohibiciĆ³n de ingreso de turistas desalientan al mĆ”s optimista de los comerciantes del centro Buenos Aires.

TambiƩn les preocupa la vigencia del teletrabajo mƔs allƔ de la pandemia.

Venta de edificaciones

El anuncio de la estatal petrolera YPF y la compaƱƭa de telecomunicaciones Telecom Argentina de poner a la venta los rascacielos en los que funcionan sus oficinas centrales en Buenos Aires van en esa direcciĆ³n.

Sin la adrenalina previa a la pandemia, cuando cocinaba en promedio 300 platos por mediodĆ­a a trabajadores de centro en su restaurante situado en la peatonal Reconquista, el cocinero Leonardo Suckewer medita cĆ³mo seguir con una clientela que hoy no supera los 40 comensales diarios.

Mientras tanto, despidiĆ³ cinco empleados, tomĆ³ varios prĆ©stamos y pidiĆ³ una moratoria de impuestos.

ā€œExpectativa hay (con la vacunaciĆ³n), pero la cuestiĆ³n es ver cĆ³mo el mundo empresario ve esta situaciĆ³n actual de home office (teletrabajo). ĀæLe sirve, no le sirve? ĀæLe sirve pagar 35 mil dĆ³lares de alquiler o que el personal estĆ© en la casa?… Esta situaciĆ³n es remarla y remarlaā€, aseverĆ³.

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AP