La contaminaciĆ³n auditiva en Quito supera los niveles recomendados

La OrganizaciĆ³n Mundial de la Salud (OMS) recomienda menos de 53 decibeles en el dĆ­a y 46 en la noche. Sin embargo, en Quito la contaminaciĆ³n auditiva, en varios sectores, supera los 60 que ya se considera peligroso.

El ruido urbano es nocivo y puede generar problemas de salud fĆ­sicos y psicolĆ³gicos. Los fuertes sonidos de bocinas, alarmas, tubos de escape, motores y parlantes son habituales en la capital ecuatoriana.

En 2018 una investigaciĆ³n de la Universidad de Las AmĆ©ricas (UDLA) revelĆ³ un mapa del ruido del trĆ”fico de la ciudad. SegĆŗn Miguel Ɓngel ChĆ”vez, especialista en ruido y vibraciones, Ā«un 25% de la poblaciĆ³n urbana de Quito estĆ” expuesta a niveles por sobre lo recomendado por la OMSĀ».

En la noche la tolerancia del ruido es menor. Sin embargo, segĆŗn ChĆ”vez, esto ocurre al revĆ©s en la capital. SeƱala que para la jornada nocturna el porcentaje de afectados sube hasta el 38% de los capitalinos.

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En Quito cerca de una decena de parroquias registran niveles de ruido que sobrepasan el promedio. Estas son: Centro HistĆ³rico, IƱaquito, Rumipamba, La Libertad, San Juan, Belisario Quevedo, PuengasĆ­ y ComitĆ© del Pueblo.

TambiĆ©n vĆ­as principales como la avenida SimĆ³n BolĆ­var, la autopista General RumiƱahui o el sector de La MarĆ­n y los tĆŗneles tienen niveles mĆ”s elevados.

TrƔfico

El trĆ”fico es la fuente de contaminaciĆ³n acĆŗstica mĆ”s comĆŗn. ChĆ”vez revela que el 78% de las denuncias corresponden a ruidos molestos. Estos incluyen, principalmente, el uso de la bocina.

El director de la Agencia Metropolitana de TrĆ”nsito (AMT), Washington MartĆ­nez, recuerda que el CĆ³digo OrgĆ”nico Integral Penal (COIP), sanciona el uso indebido de la bocina. La sanciĆ³n asciende al 5% de un Salario BĆ”sico Unificado (SBU), es decir 23 dĆ³lares.

Mientras que para el sonido de motores y escapes no hay sanciones. Ā«No existe reglamento en la ley y eso debe ser tomado en cuentaĀ», pide MartĆ­nez.

Comercio y salud

En los locales comerciales el ruido tambiƩn es constante. Los parlantes en los exteriores buscan atraer a los clientes, pero generan malestar.

Para Santiago Sandoval, secretario de Ambiente, Ā«no tiene ningĆŗn tipo de sentido poner algĆŗn tipo de canciĆ³n, mĆŗsica para llamar clientes. Todo lo contrario, genera un poco de rechazoĀ«.

Para controlar y medir el nivel de ruido la SecretarĆ­a ha instalado cinco estaciones fijas para mediciĆ³n de ruido. Tomando en cuenta la diversidad de negocios, transporte y otros factores.

Sandoval destaca puntos crĆ­ticos como el barrio Jipijapa, La Jota y La Mariscal.

De acuerdo con Victoria Moncayo, otorrinolaringĆ³loga, Ā«vamos a tener enfermedades, el trauma acĆŗstico y la hipoacusia inducida por ruidoĀ». Esto quiere decir una disminuciĆ³n en la agudeza del oĆ­do y puede ser permanente.

Moncayo tambiĆ©n explica que pueden desarrollarse enfermedades psiquiĆ”tricas como ansiedad y depresiĆ³n.

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