A través de un grupo de WhatsApp, esposas de policías se dan apoyo mutuamente. Miedo e incertidumbre es lo que sienten cada vez que sus parejas se ponen sus uniformes.
51 305 familias de los policías sienten temor e intraquilada ante los peligros que sus seres queridos se exponen a diario. Situación que s ehan intensificado con los últimos hechos violentos en su contra.
Ser esposa de los miembros de esta institución es muy duro. Desde hace 10 días, ellas son aún más conscientes de lo difícil que puede ser.
«No sabemos si regresa. Realmente sabemos que pasa la puerta y no sabemos si regresa a la casa» señala Paola esposa de un policía y madre de una niña de 6 años y un niño de 10.
Ella señala que cada vez la situación es más dura para su familia, incluso sus hijos han mostrado su preocupación en reiteradas ocasiones.
Parte de su ansiedad encuentra algo de tranquilidad junto a otras 215 esposas de policías en todo el país que conforma el grupo de WhatsApp ‘Yo amo a mi policía’.
Esta unidad que han encontrado en ellas también les ha servido para entender que la condición en la que trabajan sus esposos no es aislada, es generalizada.
Ante la difícil situación que diario viven los uniformados, surge la posibilidad de dejar la institución. Sin embargo, para Paola esto no es una opción pues, según dice, «a un ser amado no se le puede pedir que deje lo que ama».
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