La Contraloría General del Estado determinó que las fallas en el control de los inventarios de los hospitales del IESS y el Ministerio de Salud Pública, así como los errores cometidos en la selección de los proveedores, han ocasionado el constante desabastecimiento de insumos y fármacos registrado en los últimos años y perjuicios económicos para el Estado.
Diariamente se escuchan testimonios de falta de medicamentos e insumos por parte de pacientes y familiares en los exteriores de los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y el Ministerio de Salud a nivel nacional.
DESABASTECIMIENTO DE INSUMOS Y FÁRMACOS
Según la Contraloría General del Estado tres fallas registradas en los procesos de adquisición de insumos y fármacos entre 2003 y 2021 son las que han llevado a que en Ecuador se repita constantemente este lamentable escenario.
«La falencia preponderante (…) es la falta de mecanismos adecuados para el control y administración de inventarios en bodegas y farmacias; lo que ocasionó desabastecimiento en las unidades médicas, inconsistencias en los registros, desconocimiento de la cantidad de fármacos e insumos disponibles, falta de información sobre su uso y destino», señala la entidad en un comunicado.
#BOLETÍN I La #CGE determinó que las fallas en el control de los inventarios de las dependencias del @IESSec y el @Salud_Ec, originaron desabastecimiento y perjuicios económicos.
— Contraloría Ecuador (@ContraloriaECU) March 25, 2022
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Además, la Contraloría afirma que los funcionarios del IESS y del MSP no realizaron los trámites para el canje de productos caducados. Tampoco los almacenaron en espacios adecuados y no realizaron gestiones para recuperar préstamos a otras dependencias.
SELECCIÓN DE PROVEEDORES
El segundo error más cometido que generó la falta de insumos y fármacos estaría en la selección de proveedores. «Las comisiones conformadas para la calificación no verificaron el cumplimiento de requisitos mínimos, ni la veracidad de la documentación que respaldó las ofertas», anade Contraloría.
Y estas omisiones provocaron que se adquieran medicamentos sin certificaciones ni registros sanitarios. Es decir, los proveedores no tenían permisos de funcionamiento; y no garantizaron la calidad de los insumos conforme a la normativa establecida por la Agencia Nacional de Regulación Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).
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