Paola Roldán deja un legado histórico en Ecuador por su lucha para legalizar la eutanasia

Paola Roldán es quiteña, tiene 42 años, un hijo de 4 años y una enfermedad degenerativa que acaba con ella. En 2020 fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y ahora permanece inmóvil en una cama de hospital adaptada en su casa.

Esta enfermedad no tiene cura y Roldán requiere asistencia las 24 horas. Por ello impulsó una demanda de inconstitucionalidad ante la Corte Constitucional para lograr que la muerte asistida sea una realidad en Ecuador.

Roldán ha perdido con el tiempo la capacidad de deglutir. Es decir, que se le dificulta tragar los alimentos y comer por bocados se le hace casi imposible.

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Su más grande anhelo, expresado en redes sociales y entrevistas, es poder despedirse de su hijo Oliver. Tanto que hace más de un año ha comenzado a armar una «cápsula del tiempo» para el pequeño que la abraza cada tarde al llegar de la escuela.

El regalo que planea dejar a su hijo incluye «regalos para sus cumpleaños, una caja con recuerdos míos, una caja con sus primeras memorias, cajas para los momentos importantes en su vida: cuando se enamore por primera vez, cuando le rompan el corazón, cuando saque su licencia de manejar, cuando salga del colegio y vaya a la universidad, etc», cuenta en un post de su red social X (antes Twitter).

Aunque sí adelanta que ha sido difícil armar esta cápsula con memorias para su hijo. «No sé qué le va a gustar o en quién se va a convertir mi hijo», escribió la mujer en su red social.

Ya que ella no puede escribir por sí misma, ha sido su ahijada la encargada de crear una tipografía digital semejante a su letra para plasmar estos recuerdos. Roldán sabe que no verá a su hijo crecer.

En Navidad de 2023 su hijo se disfrazó para el agasajo navideño escolar. Roldán confesó que hace tiempo daba por hecho que siempre podría verlo en las presentaciones, entrega de libretas y graduación, «pero eso no es lo que la vida tenía preparado para mí».

Nuevamente en X compartió su experiencia en esa ocasión cuando pudo salir de casa y asistir a la escuela. Contó que su pequeño quedó «totalmente inmóvil» cuando la vio ahí.

«Vivir es ahora, no hay garantías, no hay después. Solo existe este momento, y hoy fue perfecto», finalizó.

Paola Roldán logró lo impensable en Ecuador. La Corte Constitucional aprobó la eutanasia activa para ellas y otras personas que padecen enfermedades y dolores agónicos.

Finalmente, la justicia le dio la razón a Roldán este miércoles 7 de febrero de 2024. Ahora la eutanasia es una realidad en el país y ella podrá irse en la luz, como más de una vez pidió.

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