Carlos Zambrano, ejemplo de buen ciudadano y taxista honrado

Carlos Zambrano subió a su vehículo como otros días para realizar su trabajo de taxista. Recorrió Guayaquil mostrando lo bella que es la ciudad a unos turistas y terminó la carrera con normalidad. Pero había un detalle adicional. Uno de aquellos turistas dejó olvidado su teléfono en el auto. Era brasileño, de aquellos que llegó a la urbe para disfrutar de la final de la Copa Libertadores.

Pues bien, Carlitos se puso manos a la obra, por un momento dejó de lado las carreras como taxista y empezó a buscar a aquellos turistas; hasta que los encontró y devolvió el aparato telefónico.

Este es solo uno de los objetos de valor que durante sus 15 años al volante ha devuelto. Ser honrado es uno de los principios fundamentales que rigen su vida. Es algo que le permite conciliar el sueño cada noche y manejar con una amplia sonrisa durante el día.

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