Tipos de leche según las necesidades de los niños

La leche es uno de los alimentos más completos para el ser humano, ya que contiene los principales grupos alimenticios que necesita el cuerpo para su correcto funcionamiento.

En la niñez, su consumo es fundamental para garantizar un adecuado desarrollo físico y mental. Según explica la Doctora Adriana Brito, nutricionista de Vita, la leche aporta proteína de alto valor biológico, altas cantidades de vitamina D, minerales esenciales como el potasio, magnesio y fósforo que son vitales en las funciones del organismo tanto en el sistema digestivo, esquelético e inmunitario, y es la fuente más importante de calcio biodisponible. Además, contribuye al desarrollo del sistema cognitivo adecuado según la edad.

De acuerdo con la especialista, 1 taza de leche aporta 220 gramos de calcio, lo cual contribuye al crecimiento lineal y calcificación adecuada de los huesos y dientes, en especial en edades tempranas.

Asimismo, el calcio es mediador de las funciones orgánicas, nerviosas, permite la contractibilidad muscular para mayor fortaleza y aporta en procesos para la formación celular. “La leche constituye un elemento clave dentro de la dieta de los niños del que no se puede prescindir debido a su gran aporte nutricional”, añade.

A propósito del Mes del Niño y con el fin de contribuir a su correcta alimentación, conozca información de interés sobre los diferentes tipos de leche de acuerdo a las necesidades de cada infante. 

Sobre los tipos de leche para cada necesidad

Cada niño tiene diversas necesidades nutricionales por lo que existe una amplia variedad de tipos de leche que se pueden adaptar a esos requerimientos, según explica la doctora Brito a continuación:

  • Leche entera y leche súper cremosa para niños con déficit nutricional. Para estos niños, una buena opción es leche super cremosa ya que contiene cantidades importantes de grasa que ayudarán a la recuperación de tejido subcutáneo, además al fortalecimiento del sistema esquelético y muscular. Otra opción también es la leche entera, debido a que aporta la cantidad de proteína necesaria para el crecimiento y fortalecimiento de los músculos. Asimismo, mantiene todos los macronutrientes y micronutrientes como calcio, magnesio, fósforo, vitaminas como la A, B1, B2, B3, B12 y ácido fólico, necesarios para garantizar un óptimo desarrollo.
  • Leche descremada para niños con problemas de sobrepeso. La especialista señala que en casos de niños que sufren de sobrepeso es importante recurrir a productos bajos en grasas y evitar el consumo de alimentos fritos y procesados, ya que además de incidir en el peso por su alto valor calórico, aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y metabólicas como por ejemplo la diabetes mellitus. La leche descremada es una excelente opción en estos casos, ya que se caracteriza por ser 99% libre de grasa manteniendo todas sus propiedades nutricionales. Aporta energía y brinda un alto valor proteico, calcio e hidratos de carbono necesarios para el organismo. “Ante problemas de sobrepeso, no se debe omitir el consumo de leche ya que cuenta con amplios beneficios para el buen funcionamiento del organismo, además contribuye positivamente en el mantenimiento de una buena salud cardiovascular y ayuda a proteger al niño, a futuro, de patologías como diabetes o síndrome metabólico”, asegura Brito.
  • Leche deslactosada para niños con alergias o intolerancia. La lactosa es uno de los hidratos de carbono principales que contiene la leche, el mismo que está formado por dos componentes: glucosa y galactosa. Estos se liberan al ser desdoblados por la enzima lactasa presente en el organismo de las personas que no son intolerantes a este componente. Por otro lado, en personas intolerantes existe la ausencia de la enzima mencionada lo que genera problemas de digestión. Para este segmento de la población se recomienda asistir al médico especialista para conocer el diagnóstico acertado a través de la confirmación previa de pruebas tanto en sangre como de aliento, y detectar si en realidad es intolerante. Para los niños con esta condición, lo recomendable es el consumo de leche deslactosada que permite aprovechar todos los nutrientes de la leche de vaca sin causar problemas en la digestión. De acuerdo con la especialista, este tipo de producto es 99,9% sin lactosa lo que facilita una correcta digestión y asimilación de nutrientes.
  • Leche con extra proteína para niños que practican deporte. La leche es un producto recomendado para toda la población en sus diferentes etapas, mucho más si existe una mayor demanda energética. Por ello para niños que practican deporte con regularidad, la leche debe prevalecer ya que ayuda al metabolismo y aporta en funciones inmunológicas, musculares, digestivas, esqueléticas y es esencial en la formación y recambio celular.

Otra opción para los niños que realizan actividad física frecuente, son las leches saborizadas. Así, por ejemplo, luego del ejercicio, leches saborizadas permiten hidratarse con propiedades de la leche de vaca y sus micronutrientes como son calcio, sodio, potasio, magnesio, y proteína en un mismo producto para reconstruir tejidos musculares luego de llevar a cabo la rutina deportiva.

  • Leches saborizadas para aportar nutrientes y energía de una forma deliciosa y divertida. Las leches saborizadas permiten alimentar a los niños con todos los nutrientes de la leche y con un delicioso sabor. Además, cuida de la estructura ósea aportando un 28% de calcio del valor diario recomendado en una porción de 200ml, con apenas 35 calorías que provienen de la grasa total que brindan energía ideal para las mañanas. Las vitaminas presentes en leches saborizadas refuerzan el sistema inmunológico con micronutrientes propios de la leche como la vitamina A, B1, B2, C y D, indispensables para mantener funciones vitales del cuerpo, que también actúan como un antioxidante, mantienen los sistemas y órganos sanos y sobre todo contribuyen al funcionamiento normal del mismo.

Sobre cómo incluir la leche en la dieta de los niños

  • La nutricionista Adriana Brito explica que el consumo de leche dependerá de las necesidades de cada menor; sin embargo, la recomendación es de 1 a 2 porciones diarias (1 porción = 1 taza de 250 ml). Además, la leche es un producto muy noble y versátil que puede incorporarse a la dieta de los niños en diversas maneras, puede ser incluida dentro de preparaciones tanto de sal como de dulce. como, por ejemplo:
  • Puré de papas cremoso y nutritivo. Para su elaboración, cocine 400 gr de papas y luego de aplastarlas mezcle con una 1/2 taza de leche entera y 2 cucharadas de mantequilla, agregue sal y pimienta al gusto, y deje cocinar por 3 minutos. Puede servir con una proteína y ensalada fresca.
    • Leche con frutas. Se puede consumir acompañada de frutas en trozos como arándanos que realzan el sabor y son una fuente importante de antioxidantes. De igual forma, se puede utilizar en preparaciones como batidos y smoothies, como por ejemplo un shake de frutilla. Para ello, coloque en una licuadora fresas picadas, cubitos de hielo  y leche descremada. Mezcle hasta que todo quede bien integrado y sírvalo en un vaso largo de vidrio decorado con una frutilla con hojas.
  • Leche con avena y canela. En el mercado existen opciones listas para consumir. Esta bebida natural complementa los beneficios del cereal con los macronutrientes y micronutrientes de la leche semidescremada.
  • Leche caliente con canela. Otra opción puede ser una bebida caliente ideal para la noche ya que contribuye a un sueño reparador. Para ello, caliente una taza de leche entera y aromatice con una rama de canela.

Flan de leche. Una alternativa divertida para los niños es un postre para media tarde como un flan de leche. Para ello, en una olla pequeña, coloque 1/2 taza de agua y 1/2 taza de azúcar, caliente a fuego medio-alto hasta que comience a tomar un color dorado. En la licuadora coloque 1 taza de leche descremada, leche condensada al gusto para endulzar, 2 huevos y 1/2 taza de crema de leche. Coloque la mezcla en el molde con el caramelo. Cocine a baño maría a fuego medio, tapado, durante 1 hora y media hasta que la mezcla cuaje y retire del fuego. Coloque el flan en la refrigeradora, deje que se enfríe y retire del molde.

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