La fiscal general del Estado, Diana Salazar, aseguró que el narcotraficante Leandro Norero “planificaba delitos contra la administración pública, en coordinación con el alcalde Agustín Intriago”. Lo hizo durante la audiencia de formulación de cargos en contra de los 29 detenidos en el caso Metástasis, que investiga una presunta estructura delictiva enquistada en diferentes instituciones del Estado.
Según la fiscal Salazar, la organización de Norero planificaba delitos contra la administración pública a través de entidades como el Municipio de Manta. Según dijo, el alcalde Intriago, a quién asesinaron en 2022, tenía conocimiento de estos hechos.
Salazar explicó cómo se configuró la estructura criminal que gira en torno al narcotraficante Leandro Norero, asesinado en octubre del 2022 en la cárcel de Cotopaxi. Según dijo, en esta participaron jueces, fiscales, funcionarios judiciales, abogados y policías.
Norero, dice la fiscal, compró a funcionarios judiciales, gubernamentales y policías a cambio de decisiones e información para conseguir decisiones favorables en casos y recursos judiciales que involucraban a él y a sus familiares. Por estos favores recibieron miles de dólares en sus cuentas.
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Toda la información se recopiló del celular de Norero, que fue hallado en la cárcel de Latacunga. En total las autoridades tienen más de 14.000 hojas de chats. Allí se evidencia lo beneficios que recibía el narcotraficante mientras estuvo recluido en la cárcel de Cotopaxi.
Para ello, compró a guías penitenciarios que contaban con el permiso de Pablo Ramírez, exdirector del SNAI. Según la fiscal, él era un “verdadero narcogeneral”.
En su intervención, la Fiscalía habló de la entrega de joyas, dinero en efectivo, transferencias y cheques a favor de jueces de Guayas, Santo Domingo y Cotopaxi que manejaron la causas de Norero.
A cambio, los magistrados modificaron los tipos penales, devolvieron los bienes de Norero y liberaron a su familia, detalla el portal Primicias.
De lado de la Policía, en cambio, la Fiscalía señaló que había oficiales y agentes de tropa que trabajan para Norero y que se inventaban operativos para evitar que los artículos incautados sean manejados por el Estado.