El Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) es uno de los ofrecimientos de campaña del presidente Daniel Noboa. En estos días, el Gobierno ha dado los primeros pasos con Estados Unidos para conseguir este beneficio para los ecuatorianos.
Pero ¿qué es y cómo beneficiaría a los migrantes? Este recurso proporciona un refugio temporal a los residentes extranjeros que se encuentran en un país debido a circunstancias extraordinarias en sus lugares de origen.
El Estatus de Protección Temporal es un programa migratorio que permite a los ciudadanos de ciertos países afectados por conflictos armados, desastres naturales u otras condiciones extraordinarias permanecer temporalmente en otro país.
Este estatus les brinda protección contra la deportación y les otorga el derecho de trabajar legalmente durante un período específico.
En el caso de Ecuador, podría acceder a él debido al conflicto armado interno que existe actualmente en el país. Aunque, según la Cancillería, se puede solicitar que se implemente este estatus “a los ecuatorianos que teniendo lugar de residencia en Estados Unidos y que no están regularizados puedan obtener una regularización temporal mientras dure esta situación en el país».
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Este recurso dura 18 meses y tiene opción a ser renovado. La canciller Gabriela Sommerfeld aclaró que no es un beneficio que aplica a todos los migrantes. Para acceder a él se deben cumplir ciertos requisitos, entre ellos: Tener la nacionalidad ecuatoriana. Estar físicamente de manera continua en los Estados Unidos, a partir de la fecha de la designada por el Gobierno de los EE.UU.
Además, hay que contar con documentos de identidad válidos. Presentar la solicitud durante el periodo inicial de inscripción o reinscripción. No tener condenas penales o sean perseguidos por la ley de los Estados Unidos.
Beneficios del TPS
Protección contra la deportación: Los beneficiarios del TPS están protegidos de ser deportados mientras dure su estatus temporal. Esto brinda estabilidad a individuos y familias que huyen de situaciones adversas en sus países de origen.
Derecho al trabajo: Una de las principales ventajas del TPS es que permite a los beneficiarios obtener un permiso de trabajo legal, lo que les permite contribuir a la economía del país de acogida. Esto no solo beneficia a los individuos y sus familias, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad receptora.
Acceso a servicios básicos: Los titulares de TPS también tienen acceso a servicios esenciales como educación y atención médica. Esto contribuye a su integración en la sociedad y facilita su contribución al desarrollo comunitario.
Renovación del estatus: En situaciones donde persisten las condiciones extraordinarias en el país de origen, el TPS puede ser renovado periódicamente, proporcionando a los beneficiarios una continuidad en su estabilidad legal y permitiéndoles establecer raíces en su nuevo entorno.
Posibilidad de ajuste de estatus: En algunos casos, los beneficiarios de TPS pueden tener la oportunidad de ajustar su estatus a una forma permanente de residencia, lo que les brinda una vía hacia la estabilidad a largo plazo.
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