¿Cómo subir las defensas de los niños en el regreso a clases presencial?

La pandemia por el Covid-19 trajo algunos cambios en la dinámica del entorno familiar, como, por ejemplo, en la educación, pues por un largo periodo de tiempo los estudiantes han tenido que recibir clases virtuales desde casa.

Ahora, con el avance de la vacunación y la reactivación de actividades, algunos planteles educativos tienen previsto regresar a las aulas de forma parcial.

Ante esta nueva realidad, el regreso a la escuela puede representar una cierta exposición no solo al virus del Covid-19 sino a otros alérgenos y patógenos que pueden derivar en una enfermedad o alergia.

Para mantener a los niños fuertes y saludables la alimentación es un pilar indispensable ya que a través de una adecuada y balanceada nutrición se pueden mantener los niveles de defensas óptimos.

La nutricionista, Adriana Brito, recalca que el sistema inmunológico requiere contar con cada uno de los macronutrientes como las proteínas, hidratos de carbono y grasas, además de los micronutrientes como vitaminas y minerales.

El mantener una alimentación adecuada, actividad física diaria y una actitud positiva es de suma importancia para que el funcionamiento del sistema inmune sea correcto.

A fin de contribuir con la salud y bienestar de las familias y los niños en etapa escolar, la nutricionista Brito brinda algunas recomendaciones sobre cómo se debe fortalecer las defensas de los más pequeños a base de una correcta alimentación en el regreso a clases semi-presencial.

Sobre cómo la alimentación contribuye a mejorar las defensas del cuerpo

Los alimentos cumplen funciones específicas. De acuerdo con la nutricionista, cada tipo de alimento cumple con una función específica. Los alimentos indispensables para un correcto funcionamiento del sistema inmunológico son los que están en los grupos de macro y micronutrientes.

En el primer grupo están las proteínas, hidratos de carbono y grasas, cuya función es ser constructores y fuentes de energía, así como soporte para desarrollar cada una de las funciones involucradas en la defensa del organismo.

Por otro lado, los micronutrientes como calcio, fósforo, magnesio y vitaminas A, B, C, D, E, K, que son cofactores en reacciones enzimáticas, en la presentación de antígenos y en la formación de anticuerpos.

Los lácteos juegan un papel importante en el sistema inmune. Para mantener las defensas es importante el consumo de lácteos porque proporcionan elementos constructores como las proteínas de alto valor biológico que son fundamentales para la formación de tejidos, recambio celular y la regeneración y reparación de los mismos.

Además, son una fuente de hidratos de carbono y ácidos grasos como el mirístico, palmítico y oleico, importantes para funciones inmunitarias, digestivas, acciones de coagulación y para el sistema óseo, pues aumentan la captación de calcio en los huesos. 

“De igual manera, en los lácteos existen propiedades probióticas, como las presentes en el yogur, que ayudan a una mejor función digestiva y al fortalecimiento de la microbiota intestinal, fundamentales para un buen funcionamiento del sistema inmunológico. Por ello se recomienda el consumo de 2 porciones diarias entendiendo que una porción corresponde a 1 taza de medidas caseras o 250 ml si se trata de leche o yogur o a su vez 1 onza o 1 rebanada de queso”, añade la especialista Brito.

La alimentación influye en el desempeño escolar. Una correcta nutrición no solo permite mantener las defensas del organismo, sino que mejora las posibilidades de aprendizaje, memoria lógica y matemática, lingüística y más.

De la misma manera, influye en el estado de ánimo de los más pequeños preparándolos para responder de forma positiva a cualquier situación y actividad.

En este punto, la nutricionista recalca que la leche es un alimento esencial pues la excelente calidad de sus proteínas, la disposición del calcio, el aporte de vitaminas A, D, E, K presentes en la grasa láctea, tienen un rol preponderante en el fortalecimiento de huesos y dientes, además de las vitaminas del grupo B que están ligadas al crecimiento y la fijación de minerales, importantes para el crecimiento y desarrollo de los niños en edad escolar.

Sobre cómo fortalecer las defensas a través de la alimentación

Armar una lonchera saludable.  Se debe planificar una lonchera saludable con productos naturales y de alta calidad.

La nutricionista Brito señala que se debe priorizar el consumo de alimentos con altos niveles proteicos que resulten atractivos para los más pequeños como, por ejemplo, leche saborizada acompañada de frutas, fibra y frutos secos complementando así los macronutrientes necesarios.

Los refrigerios se deben elaborar de forma divertida y que motiven a los niños a una sana alimentación. Se deben evitar alimentos procesados, frituras, harinas refinadas y exceso de azúcar.

Consumir alimentos con fibra y vitaminas. Las frutas y verduras no pueden faltar en la dieta de los niños pues no sólo dotan de una variedad de nutrientes sino de fibra necesaria para varios procesos biológicos.

Además, proveen energía en forma de hidratos de carbono. Buena parte de las frutas tienen propiedades para reforzar el sistema inmunológico, sin embargo, se recomienda dar prioridad a críticos como naranjas, limón, kiwi o los frutos rojos altos en antioxidantes.

También existen productos que ya vienen listos para consumir y que contienen ingredientes ideales para fortalecer las defensas. Así por ejemplo, la avena, que aporta proteínas, hidratos de carbono, betaglucanos, ácido linoleico, fibra y minerales como calcio, zinc, cobre, magnesio y vitaminas como B1, B3, B6 y E.

Otra buena opción es el néctar de frutas que aporta Vitamina C, importante para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico.

Mantener horarios en las comidas diarias. Un punto importante en la etapa escolar es mantener un horario en las comidas a fin de cumplir con las cantidades de nutrientes que necesitan los niños en esta etapa escolar, pues es un periodo de desarrollo y crecimiento.

Se recomienda mantener las tres comidas principales diarias y complementar con refrigerios cada tres horas, a media mañana y a media tarde.

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A continuación, la nutricionista, Adriana Brito, brinda algunas ideas de cómo combinar alimentos pensados en fortalecer las defensas de los niños:

  • 1 taza (250 ml) de leche sabor a vainilla, 1 taza de frutillas, acompañado de una tortilla de avena horneada.
    • 1 taza de chochos con una porción de camote, acompañado de 1 taza de yogur de mora o durazno.
    • 1 naranja, acompañar con 2 onzas de queso, más una tortilla con harina de almendra.
    • 1 taza (250 ml) de avena maracuyá y naranjilla, acompañar con una porción de pastel de choclo horneado y 5 unidades de uvas.
    • 1 sándwich con pan integral con una porción de queso. Acompañar con 1 taza de leche semidescremada sabor a chocolate y un kiwi en rodajas.
    • 1 taza de zanahorias y apios en cuadritos, acompañar con 6 semillas de nueces y almendras con 1 taza de yogur sabor a guanábana.

Fuente: Vita