Tras el asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago, concejales municipales de Quito exigen al gobierno central que se fortalezca la seguridad en la ciudad. Los ediles dicen que los recientes crímenes son muestra de la inseguridad que viven a diario los ciudadanos. Fernanda Racines, vicealcaldesa de Quito, dice que «lamentamos que estos hechos sean los que permitan visibilizar lo que esta pasando con gente que tal vez no tiene este escenario público».
Pero estos servidores no solo temen por la seguridad de la ciudadanía, sino también por la suya. Varios concejales dicen que, incluso como autoridades municipales, sienten temor. Por eso insisten en que el gobierno debe adoptar medidas urgentes para mejorar la seguridad en diversos espacios.
Estefanía Grunauer, dice que «como concejala de Quito me siento insegura totalmente». Además, señaló que desea, al igual que muchos, que las autoridades del gobierno «sean responsables en este momento y den una política publica real» para disminuir la inseguridad.
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Diego Garrido, concejal de Quito, dice que en lo que va del año, hay «más de 3 500 fallecidos en manos del crimen organizado, y creo que es hora de que urgentemente la ciudadanía se levante». Garrido dice que los ciudadanos deben exigir al gobierno nacional «que los proteja y que se haga responsable de sus consecuencias».
¿Agentes armados?
Ante la crisis de inseguridad, incluso hay concejales que plantean que se debería revisar la normativa actual. El objetivo de las reformas sería permitir que los agentes metropolitanos puedan aportar aún más en el control del espacio público y contribuir a la seguridad.
El concejal Michael Aulestia dice que los agentes «no pueden utilizar armas letales, simplemente armas de disuasión». Aulestia explica que esto es un tema jurídico, que los recursos están y que por eso se necesita reformas.
«Hemos propuesto que en determinado momento se haga una reforma al Código de Entidades de Seguridad Ciudadana y Orden Público (Coescop)», afirmó Aulestia. Con los cambios, explica el concejal, buscan que se les permita dotar de armas letales a los agentes metropolitanos y que así asuman una fuerza de seguridad.
Hasta ahora, ninguno de los concejales de Quito tiene resguardo policial. La única autoridad municipal que tiene seguridad privada es el alcalde Pabel Muñoz, quien además está a la espera del informe de situación de riesgo que emite la Policía Nacional.
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