En Ecuador, los bosques tambiƩn se defienden con turismo

Lonely Planet / El PaĆ­s

Yunguilla, en las laderas del bosque nublado andino, es un caso de Ć©xito de turismo comunitario. La pandemia les hizo diversificar sus actividades. Ahora el reto es la sensaciĆ³n de inseguridad que espanta a los visitantes.

Con paso firme y decidido y con un machete en la mano, Diana Torres avanza por el culunco, el sendero donde hace 50 aƱos sus abuelos traficaban aguardiente, mientras le abre camino a una pareja de turistas. La guĆ­a conoce cada metro de esta antigua ruta que atraviesa las entraƱas del bosque nublado en la zona andina de Ecuador. De repente, levanta la mano para que sus acompaƱantes se paren y les muestra un tucĆ”n que se mueve entre las ramas. Es una oportunidad Ćŗnica para ver el ave.

Para Torres, mostrar la belleza de estas tierras como la primera mujer que guĆ­a en la ruta de los brigantes de Yunguilla es un privilegio: ā€œLa primera vez que unos turistas me dieron dinero, creĆ­ que era para pagar el restaurante, no para mĆ­,ā€ se rĆ­e. Yunguilla es una pequeƱa comunidad mestiza conformada por 50 familias y ubicada en la parroquia de CalacalĆ­, a 87 kilĆ³metros de Quito. Se erige en las laderas del bosque nublado, un Ć”rea reconocida por la Unesco como una Reserva de Biosfera, un pulmĆ³n del planeta y un sitio de alta biodiversidad. AquĆ­ viven 270 especies de mamĆ­feros, 210 de reptiles, 200 aves y 130 anfibios. El oso de anteojos es el preferido de Diana.

Durante muchos aƱos, la comunidad se ha dedicado a la tala de Ć”rboles. Pero en 1995 que se dieron cuenta de la importancia ambiental que tenĆ­a la zona. Gracias a la ayuda de algunas ONGs y de la cooperaciĆ³n internacional, Yunguilla emprendiĆ³ un primer proyecto de reforestaciĆ³n y de educaciĆ³n ambiental. Pero pronto se dieron cuenta de que, para financiarlo, necesitaban mĆ”s ingresos, algo escaso en una comunidad campesina de Los Andes.

Entonces, unos investigadores extranjeros les sugirieron abrirse a los turistas. ā€œHasta ese momento, para nosotros el turismo habĆ­a sido solo el de los lugares famosos y de las grandes ciudadesā€, cuenta Galindo Parra, representante de la corporaciĆ³n microempresarial Yunguilla, que aglutina varias actividades productivas del pueblo.

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Parra aĆŗn recuerda la sorpresa de ver el primer grupo de holandeses bajarse del bus y empezar a tomar fotos a todo lo que veĆ­an. ā€œCon la llegada de los turistas, la gente logrĆ³ levantar su autoestima. Por primera vez nos sentimos valorados, porque lamentablemente las comunidades rurales siempre hemos sido marginadasā€.

Hoy, Yunguilla ofrece hospedaje en diez casas familiares renovadas y ampliadas con baƱos privados y agua caliente, organiza caminatas guiadas por el bosque primario y sesiones de observaciĆ³n de flora y fauna. En 2019, 8.000 turistas visitaron estos pĆ”ramos y compartieron el techo con sus familias.

El turismo como herramienta de desarrollo

En Ecuador, hay otras 508 comunidades que, como Yunguilla, trabajan en turismo comunitario, una actividad que involucra a los lugares mĆ”s alejados y que sirve como una herramienta para promover un desarrollo econĆ³mico sostenible y la conservaciĆ³n del medio ambiente. Cerca de 400 de ellas estĆ”n representadas en la FederaciĆ³n Plurinacional de Turismo Comunitario del Ecuador (Feptce).

En la dĆ©cada del 2000, ya hubo un auge de nuevas comunidades que veĆ­an el turismo como una alternativa econĆ³mica viable. Pero varias acabaron frustradas por la escasa respuesta, le dice a AmĆ©rica Futura Xavier Contreras, asesor tĆ©cnico de Feptce. ā€œLa mayorĆ­a han tenido la aspiraciĆ³n de hacer turismo por el simple hecho de ser comunidad, pensando en una alternativa socioeconĆ³mica, pero dejando de lado la parte tĆ©cnica y la parte de negocio turĆ­sticoā€, explica Contreras, que subraya la necesidad de implementar acciones de comunicaciĆ³n y marketing que permitan gestionar estos proyectos de forma profesional. Pero a la vez, pide que el Gobierno abra lĆ­neas de crĆ©ditos especĆ­ficas que tomen en cuenta el modelo comunitario.

Cuando la pandemia de covid-19 llegĆ³ a Ecuador, muchos proyectos tuvieron que enfrentar una dura prueba. SegĆŗn el Ministerio de Turismo, los ingresos nacionales en ese sector bajaron de 2.193 millones de dĆ³lares en 2019 a solo 703 millones en 2020. Y todavĆ­a no se han recuperado: el aƱo pasado, el paĆ­s ingresĆ³ 1.802 millones de dĆ³lares.

La Feptce estima que el 80% de los emprendimientos de turismo comunitario que estaban activos antes de la pandemia aĆŗn no han vuelto a retomar su actividad, ya sea por falta de visitantes o daƱos a su infraestructura. ā€œDespuĆ©s de la pandemia que nos vino encima, creo que la lecciĆ³n que mĆ”s aprendimos fue no volverse dependientes netamente de la actividad turĆ­stica, porque el turismo no solamente depende de nosotrosā€, cuenta Galindo Parra.

ā€œDurante los aƱos en que el turismo ha generado ingresos econĆ³micos, primero pagamos por todos los servicios, y con el fondo de ahorro que se quedĆ³, invertimos en nuevos proyectosā€, explica. AsĆ­, la corporaciĆ³n ha abierto un restaurante mirador, una pequeƱa fĆ”brica de productos lĆ”cteos y mermeladas, un taller de artesanĆ­as y una tienda comunitaria. AdemĆ”s, estĆ”n financiando el cultivo orgĆ”nico de aguacates. Las familias tambiĆ©n se dedican a la crianza de animales pequeƱos como cerdos, gallinas y tienen una granja de truchas. Y ahora los habitantes se estĆ”n planteando si entrar en el mercado de los bonos de carbono.

Gracias a este conjunto de actividades, las familias de Yunguillas se preparan para enfrentar una nueva amenaza: una baja del turismo internacional debido al aumento de la inseguridad en el paĆ­s y la percepciĆ³n de los visitantes. SegĆŗn datos de la policĆ­a, hasta el 5 de diciembre de este aƱo, se han registrado 7.258 asesinatos en Ecuador, un incremento de casi el 60% respecto a 2022.

El 90% de las muertes tiene lugar en 10 de las 24 provincias de paĆ­s. Y aunque la violencia que se concentra sobre todo en la regiĆ³n pacĆ­fica, bien lejos de Yunguilla, la percepciĆ³n de inseguridad del paĆ­s tambiĆ©n afecta a estas tranquilas laderas de la regiĆ³n andina. Por ejemplo, en los dĆ­as siguientes al asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio en agosto, tres grupos internacionales cancelaron su reserva de la noche a la maƱana.

Empoderando la comunidad

Valeria Andrade GarcĆ­a, de la Universidad Central del Ecuador, ha estudiado la comunidad de Yunguilla. En su opiniĆ³n, la mezcla de diferentes actividades productivas es exactamente lo que la ha convertido en un ejemplo de turismo comunitario de Ć©xito. ā€œSe parĆ³ un poco la migraciĆ³n de las personas. Se abrieron otras actividades productivas. Se abriĆ³ un empoderamiento local. Surgieron nuevos lĆ­deres de base. Y toda una generaciĆ³n ahora tiene capacitaciĆ³n de nivel superior,ā€ cuenta a AmĆ©rica Futura.

En su investigaciĆ³n documentĆ³ que, en 2012, las actividades productivas relacionadas de forma directa con el turismo generaron ingresos de 50 dĆ³lares mensuales a las familias vinculadas con la atenciĆ³n a visitantes. Sin embargo, cree que hay que tener en cuenta otros aspectos, ademĆ”s del econĆ³mico.

ā€œEl Ć”rea econĆ³mica despunta otros beneficios desde la parte social. Se estĆ” generando un cĆ­rculo virtuoso que permite que la comunidad tenga otro tipo de ingresos y unas mejoras de vida, pero tambiĆ©n que actores histĆ³ricamente relegados como mujeres y jĆ³venes tomen mejores decisionesā€, afirma.

Diana Torres empezĆ³ a capacitarse como guĆ­a en 2012, estudiando en organizaciones para la conservaciĆ³n del medio ambiente como la cercana Maquipucuna. AdemĆ”s, trabajĆ³ en la fĆ”brica de queso de la comunidad, en el vivero y hasta como cocinera del restaurante mirador. Pero lo que mĆ”s le gusta es pasar su tiempo inmersa en el bosque nublado. ā€œEn 2020, hice mi Ćŗltima guiada unos pocos dĆ­as antes de parir, asĆ­ que creo que mi niƱa tambiĆ©n serĆ” una chasqui, una mujer de la montaƱaā€, cuenta.

Antes de levantarse para retomar el camino, se para a reflexionar un momento. ā€œPara mi hija, espero mĆ”s que todo que no se olvide de dĆ³nde viene. Siempre hay que tener muy alto en la mentalidad que es de una comunidad luchadora.ā€ Se calza la gorra y levanta el machete.

AĆŗn le faltan dos horas para llegar a Santa LucĆ­a. Para Parra, no hay duda de que este orgullo sea el mayor Ć©xito de todo el proyecto. ā€œTodo esto te ayuda a luchar contra una de las mĆ”s grandes pobrezas que hay en las comunidades: la migraciĆ³n de la gente que ven solamente el desarrollo en las ciudades.ā€

Reportaje publicado el 18 de diciembre de 2023 en EL PAƍS, de PRISA MEDIA. Lea aquĆ­ el contenido completo. Teleamazonas reproduce este contenido con autorizaciĆ³n de PRISA MEDIA.
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