Los edificios públicos en Ecuador no ahorran energía, pese a los pedidos del Gobierno de ahorrar energía para afrontar la crisis energética que vive el país.
En Quito, la mayor parte de edificios donde funcionan las empresas públicas o ministerios mantienen las luces prendidas pasadas las 20:00. Eso, pese a que un gran porcentaje de funcionarios terminan sus labores a las 18:00.
Lo mismo ocurre en Guayaquil, donde todos los sectores permanecen encendidos la mayor parte del tiempo. El mayor parte del consumo de energía se produce en el área industrial y residencial.
Según datos del Ministerio de Electricidad, el 42% de energía la demanda la industria. En segundo lugar está el sector residencial con el 28,2% de consumo. Le siguen los comercios y sector público con el 26,6%. Finalmente, otros sectores utilizan el 2,7%.
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Mayo fue el mes de mayor demanda de energía. Guayas y Pichincha son las provincias que más consumen electricidad a escala nacional. Por el momento, el mayor porcentaje de electricidad proviene de las hidroeléctricas que trabajan con el mínimo de sus capacidades, debido a los bajos caudales.
El 20% de energía en el país proviene de termoeléctricas y el restante proviene de Colombia, país que cada vez vende menos energía con costos más elevados. La sequía comenzó en septiembre y según expertos, será la más fuerte de los últimos siete años.
El manejo inadecuado de la electricidad se evidencia desde pequeñas acciones hasta grandes decisiones, explica Hugo Arcos, jefe del departamento de Energía Eléctrica de la Escuela Politécnica Nacional. Según dice, las malas decisiones políticas y técnicas llevaron al país a la crisis de energía que atraviesa actualmente.
Asegura que la emergencia se veía venir hace un año, pero no se tomaron acciones a tiempo. Recalca que la estructura energética en el país fue concebida de forma errónea, ya que el país no puede funcionar únicamente con energía fotovoltaica.
Para superar la crisis energética, los racionamientos de energía deberían ahorrar al menos 12 000 megavatios hora, es decir lo que consume en un día el Distrito Metropolitano de Quito.